Vitoria. Con el segundo o tercer puesto de la fase regular virtualmente asegurado a falta de cuatro jornadas para el epílogo, el Caja Laboral empieza a echar mano de la calculadora y otear el horizonte en busca del que será su primer escollo en el camino hacia la tercera Liga ACB de su historia. De momento, nada está claro. Más bien, al contrario habida cuenta de lo mucho que resta todavía por jugarse y la tremenda igualdad entre los numerosos aspirantes a acceder al play off por el título.
El monumental atasco entre la quinta y la undécima plaza, con un total de siete equipos separados por cuatro victorias -en el caso del Bilbao Basket incluso con un partido menos-, abre la puerta a numerosas cábalas y convierte la identidad del primer rival azulgrana en un jeroglífico difícil de descifrar. Sin embargo, de todos los posibles candidatos a medirse con los alaveses, emerge una amenaza latente que convendría evitar en una eliminatoria al mejor de tres partidos.
Se trata del Unicaja de Aíto García Reneses, que ostenta en la actualidad el sexto puesto y constituiría el escollo inicial si la competición finalizase hoy mismo. El cuadro malagueño es, por motivos obvios, la piedra a evitar por los cuatro cabezas de serie. Ante la evidencia de que no caerá al octavo puesto que le depararía un duelo ante el Barcelona, hace indicar que el Real Madrid, el propio Baskonia o el Power Electronics Valencia poseen todos los boletos para que un caramelo envenenado les caiga a las primeras de cambio.
No sólo posee este renacido Unicaja una plantilla profunda y de calidad en algunos puestos, sino que además lleva semanas preparando a conciencia el tramo final de la temporada tras su sorprendente ausencia en la Copa del Rey y el batacazo de la eliminación continental en un grupo aparentemente asequible a manos del Prokom polaco. Ese estado de necesidad convertiría una eliminatoria tan corta en un arma de doble filo.
De momento, todo son hipótesis. Para que este enfrentamiento no se haga realidad, la tropa de Ivanovic haría bien en intentar asegurar por todos los medios el segundo puesto y cruzarse con el séptimo clasificado, una posición inviable para el Unicaja a tenor de su buen estado de forma. El calendario andaluz, sin embargo, tiene su miga. Visitará a un Barcelona relajado, recibirá al Blancos de Rueda, volverá a hacer las maletas para medirse al Granada y clausurará la fase regular ante... el Caja Laboral, que puede ser único juez de su propio destino en función del resultado que obtenga en el Martín Carpena en la última jornada.
rivales más asequibles Lo cierto es que, además del Unicaja, el conjunto alavés alberga posibilidades matemáticas de medirse a otros seis oponentes. Son, en concreto, el Cajasol, el Estudiantes, el Gran Canaria, el Granada, el Joventut y el Bilbao Basket. Salvo los sevillanos, virtualmente clasificados a menos que sufran un desfallecimiento, los restantes equipos se hallan involucrados en una áspera pelea de la que puede surgir cualquier contingencia. Por las dos últimas plazas en juego, habrá tortas. No se puede descartar nada teniendo en cuenta que habrá duelos directos. En el caso del Bilbao Basket, sin ir más lejos, debe medirse aún al Gran Canaria y al Estudiantes, aunque sus dos desplazamientos a Badalona y Barcelona le dejan en una difícil tesitura para lograr su propósito.
Con más claridad se atisba la identidad del último obstáculo antes de la final liguera. Baskonia y Real Madrid están llamados a protagonizar una de las semifinales. La duda estriba en saber quién gozará de la ventaja de campo en la serie al mejor de cinco encuentros. Gran parte de la solución, el 1 de mayo.