el segundo puesto sigue al alcance
Fuenlabrada. Las últimas semanas con una rebaja de intensidad en el ritmo de los partidos, con sólo uno a la semana, le están viniendo bien al Caja Laboral para pulir alguno de los defectos que le venían acompañando en los últimos meses. Lo demostró con su trabajada victoria contra el Cajasol y lo repitió ayer de nuevo con otro laborioso triunfo en la cancha del Ayuda en Acción Fuenlabrada, dos éxitos fundamentales para seguir aspirando al segundo puesto.
"El equipo está mejorando porque ahora sólo tenemos un partido a la semana y estamos haciendo un trabajo diferente para tratar de seguir mejorando porque estamos luchando por el segundo puesto al final de la fase regular y también queremos pelear por el título de Liga", aseguró Dusko Ivanovic a la conclusión del choque contra el conjunto de la localidad madrileña.
El técnico montenegrino situó la clave de una "victoria difícil pero merecida contra un equipo muy organizado que aprovecha muy bien la calidad de sus jugadores" en la inmensa labor de Tiago Splitter bajo los tableros, bien secundado por Mirza Teletovic y Walter Herrmann en los momentos decisivos. "Aprovechamos muy bien la ventaja interior que ha generado Tiago y también el acierto de nuestros cuatros abiertos", explicó.
Precisamente, con los dos ala-pívots sobre la cancha llegó el primer mazazo del conjunto fuenlabreño, situación que se corrigió en la segunda parte del duelo. "Aunque comenzamos bien, no teníamos el ritmo ni la intensidad necesarios y, por eso, cuando el Fuenlabrada cambió el ritmo no fuimos capaces de seguirle y también comenzamos muy mal el segundo cuarto. La primera vez que jugamos con los dos cuatros -Teletovic y Herrmann- no estuvimos bien porque no defendimos bien. Después, mejoramos atrás y eso nos vino muy bien en ataque porque comenzamos a aprovechar los espacios", explicó el técnico del Caja Laboral.
Por su parte, Tiago Splitter, el jugador que desequilibró el partido, alabó la "paciencia en ataque para buscar canastas fáciles en una cancha en la que es muy difícil ganar porque estás con el bombo en la oreja todo el día" que tuvo el Baskonia tras un mal arranque. Por último, Marcelinho Huertas lamentó el "blanco en el segundo cuarto" que tuvo el equipo y del que supo rehacerse.