Como los buenos velocistas que desatan su furia en los últimos metros para imponerse en el sprint, el Caja Laboral se está abonando en casi todas sus comparecencias ligueras del presente curso en el Buesa Arena a llevarse el triunfo prácticamente gracias a la fotofinish. Derivado de las dudas que genera su inconsistente baloncesto, el agónico triunfo ante el Granada ha sido el último capítulo de una peligrosa espiral que no invita a grandes gestas.
Rivales de nivel medio-bajo cuya defunción se acometía en su día por la vía rápida y casi sin pestañear constituyen esta temporada un trago amargo. Aquellos incontestables varapalos han dado paso a éxitos angustiosos, forjados la mayoría de ellos en el último cuarto gracias al toque de corneta final, el miedo escénico que genera el Buesa Arena y la ingenuidad de unos adversarios que se derriten a la hora de rematar su trabajo.
Nueve de las victorias conseguidas por la tropa de Ivanovic bajo la atenta mirada de su público han resultado calcadas. La forma patentada no ha sido la más idónea, pero al menos pone de manifiesto el oficio y la sangre fría del plantel para sacar adelante situaciones límite.
caja laboral-xacobeo (100-81)
Una paliza engañosa
Un contundente parcial de 34-10 en el último cuarto dinamitó las esperanzas gallegas de dar la sorpresa. El conjunto de Segura manejó rentas de hasta ocho puntos tras el descanso, aunque la pujanza de Ribas y Splitter (22 y 20 puntos respectivamente), unido al endurecimiento defensivo, pusieron las cosas en su sitio. Únicamente en los minutos de la basura, con un forastero desfondado, se produjo un maquillaje a todas luces ficticio que no reflejó los severos padecimientos anteriores para un Baskonia que alcanzaba por primera vez la centena de puntos a nivel doméstico.
caja laboral-gran canaria (86-79)
La mano salvadora de Mirza
Los insulares llevaron la delantera en el marcador durante los tres cuartos iniciales (59-61), amparados en su buen funcionamiento colectivo y el inesperado brillo de un hipermotivado Will McDonald. Sin embargo, la irrupción de Teletovic -desatado a la hora de ejecutar sus tiros exteriores- y la solvencia de Barac en la zona (20 puntos y 8 rebotes) apaciguaron el intento de rebelión a cargo de los pupilos adiestrados por Pedro Martínez. Un dubitativo Baskonia, sin embargo, volvió a acabar la cita con el miedo metido en el cuerpo.
caja laboral-valladolid (72-65)
A golpe de triple
El equipo de Ivanovic tardó casi 38 minutos en hacer gala de una superioridad que volvió a estar seriamente en entredicho. Frente a un guerrillero adversario que vendió cara su derrota y ya empezaba a dejar rastro de su etiqueta de revelación liguera, el despiadado instinto asesino de English y Teletovic -siete triples entre ambos-, junto a la consistencia de un Barac que acabó la velada con dobles figuras, supusieron la tabla de salvación para evitar el intento de rebelión pucelano. La monotonía y el mal juego presidieron el choque.
caja laboral-fuenlabrada (76-68)
Antideportiva fundamental
Con 69-68 dentro del último minuto, el Caja Laboral se abocó a otro taquicárdico epílogo en el que la moneda al aire volvió a salir cara. Un triple lateral errado por Burstein, completamente libre de marca, no halló el camino del aro y desembocó en una clara falta antideportiva de Batista después de que English capturara el rebote. Con una buena dosis de sangre fría, el dos canadiense (21 puntos) aseguró un laborioso triunfo desde la línea del tiro libre y puso fin a la agonía baskonista. Los ocho cuerpos de ventaja sólo se fraguaron en los últimos segundos.
caja laboral-estudiantes (78-68)
Despertar a tiempo
Después de alcanzar el descanso con un interesante colchón de 11 puntos (40-29), una monumental pájara al inicio del tercer tiempo devolvió la intranquilidad a la grada. Un parcial de 0-12 metió de lleno en la pelea a los madrileños, que encararon los últimos cinco minutos con las esperanzas intactas (60-60). Gracias al álgido día exterior y los 14 triples materializados, muchos de ellos en momentos vitales, el Baskonia frenó su caída para sumar otro triunfo que le consolidaba en la zona noble de la clasificación. En cualquier caso, las sombras resultaron otra vez mayores que las luces.
caja laboral-cajasol (73-66)
La rabieta de Plaza
Aterrizaba en el Buesa Arena uno de los equipos más rocosos de la competición que enaborla la bandera de la defensa para salir indemne. El Buesa Arena fue testigo de un partido de perfil árido donde a unos y otros les costó horrores anotar con continuidad. Los sevillanos dispusieron de una posesión ganadora a falta de medio minuto (68-66), pero una falta en ataque de Triguero y la muñeca caliente de Teletovic (26 puntos) le impidieron rascar algo positivo. Tras el duelo, Plaza cargó con dureza contra los árbitros y consideró inaceptable que el Caja Laboral hubiese sido sancionado con ocho faltas menos.
caja laboral-valencia (69-67)
De Colo, un aliado
En lo que supuso la vuelta de Neven Spahija a la capital alavesa, los sentimentalismos quedaron de lado. Un disciplinado y rocoso Power Electronics tuvo contra las cuerdas al cuadro alavés. Hasta el punto de que encaró los tres últimos minutos con todo a su favor (56-63). Seis puntos consecutivos de Splitter y una infantil pérdida de Nando De Colo, que se dejó robar la cartera por Ribas al subir el balón a la pista contraria, frustraron el objetivo valenciano. El exterior catalán certificó la victoria gracias a un providencial dos más uno, desatando la algarabía en el pabellón.
caja laboral-granada (70-69)
El apagón nazarí
Más de lo mismo. Tras una actuación difusa y con las secuelas de la eliminación continental a manos del CSKA todavía presentes, el Baskonia estuvo a merced de otro modesto que se le subió a las barbas. A falta de un minuto y medio para la conclusión, los de Poch saboreaban su primera victoria en la capital alavesa (63-69). Sin embargo, la determinación de San Emeterio y Splitter, junto a la ceguera andaluza en las útlimas posesiones, permitieron a los alaveses encadenar un milagroso parcial de 7-0 que, de momento, mantiene intactas sus opciones de acabar segundos la fase regular.