Vitoria. La plaga más devastadora que haya asolado nunca al Baskonia consumó ayer su punzada más dolorosa. Tras varios días de incertidumbre sobre el alcance real de su lesión en el tobillo izquierdo, la realidad ha superado los peores presagios. Finalmente, Tiago Splitter no sólo se perderá el crucial partido de mañana frente al Khimki, sino que deberá estar de baja las próximas dos o tres semanas para someterse a un ambicioso tratamiento de recuperación con "plasma rico en factores de crecimiento", según anunció ayer el club a través de una extensa nota de prensa.

Curiosamente, la información la firmaba directamente el doctor Mikel Sánchez, detallando de forma minuciosa todo el proceso seguido tanto por él como por los servicios médicos baskonistas -visita al famoso doctor Van Dijk incluida- desde que el brasileño cayera lesionado el pasado 31 de enero en la segunda parte del encuentro ante el Meridiano Alicante. Entre otras cosas, el médico vitoriano desgrana las razones por las que se decidió que el pívot disputara los partidos contra el Khimki y el Power Electronics Valencia a escasos días de la reciente Copa del Rey.

"En Holanda, el profesor Van Dijk confirmó el diagnóstico inicial y le administró una infiltración local con anestésico y corticoide. Tras mejorar ostensiblemente, se reincorporó al equipo unos días más tarde, pero tras el segundo partido el jugador presentó una recaída de la sintomatología dolorosa", explica Mikel Sánchez en la nota.

De cualquier forma, no queda más remedio que mirar hacia el futuro y confiar en que el cinco pueda robar algún día a ese plazo de dos o tres semanas de baja previstas. Aunque lo que a estas alturas es irremediable es que Splitter va a perderse sí o sí dos de los partidos más importantes de toda la temporada: el de mañana ante los hombres de Sergio Scariolo y la próxima semana contra el Olympiacos.

Un contratiempo más que se suma a la ausencia del jugador nacido en Joinville en la reciente Copa del Rey, y que deja huérfano al Caja Laboral cuando el cuadro vitoriano más necesita de su líder. Sin el actual MVP de la Liga sobre el parqué, la escuadra dirigida por Dusko Ivanovic adolece de un baluarte ofensivo de plenas garantías que supla la intermitencia anotadora de Teletovic o los arreones henchidos de coraje de Fernando San Emeterio.

edema óseo Pese a todo, desde la entidad de Betoño confían en que los plazos previstos para que Splitter se recupere definitivamente de su edema óseo se reduzcan al máximo. "Aunque no reviste un mal pronóstico, la duración de la sintomatología dolorosa es difícil de prever, pero se intentarán acortar los plazos con el tratamiento indicado", advierte Mikel Sánchez. De momento, el jugador no entrenará ni realizará ningún trabajo de grupo junto al resto del equipo, a la espera de que este tratamiento con plasma rico en factores de crecimiento surta el efecto deseado.

Y mientras tanto, el Baskonia se juega mañana su futuro en Rusia contra un Khimki que en el Buesa Arena empujó a los baskonistas al borde de un precipicio al que nadie esperaba asomarse al comienzo de la temporada. Si el cuadro azulgrana regresa a Vitoria con una nueva derrota en la maleta, dirá adiós a la Euroliga en pleno mes de febrero. Para paliar la ausencia del gran capitán, Ivanovic contará de nuevo con un juego interior de circunstancias, especialmente por culpa de un Eliyahu que continúa sin entrenar y que aguarda como agua de mayo la plena recuperación de Tiago Splitter.

En el mismo momento en el que el poste brasileño se reincorpore al equipo, el ala-pívot hebreo dejará de jugar durante al menos un par de semanas para intentar recuperarse de la pubalgia que ha convertido su vida en un pequeño infierno.