vitoria. Con el tobillo dolorido pero un corazón a prueba de bombas, Tiago Splitter volvió a sacar una vez más -y van...- las castañas del fuego. En un duelo donde mantuvo una pelea titánica primero con Perovic y después con ese guerrillero llamado Lishchuk, el brasileño acabó desequilibrando un partido áspero que el Valencia dominó durante muchas fases.

Su ascendencia en el juego resultó especialmente importante en el último cuarto. Con 56-63 en el marcador, Huertas le empezó a buscar de manera insistente en la zona bien para anotar bien para sacar faltas y anotar desde el tiro libre. Sus seis puntos seguidos establecieron la igualdad en el marcador y dieron paso al robo de balón a cargo de Ribas que enterró las últimas opciones levantinas.

Por lo demás, la tarde no registró grandes actuaciones a nivel individual en el seno del Caja Laboral. Uno de los pocos que consiguió librarse de los grilletes de Spahija fue Teletovic, sobre todo al inicio del tercer cuarto. Tres bombas del bosnio, muy vigilado en todo momento por el fibroso Pietrus, aportaron algo de oxígeno a un ataque muy pastoso en el que predominó una galopante falta de ideas.