vitoria. La amalgama de sensaciones tan contradictorias como las que dejó el triunfo ante el Power Electronics Valencia sorprendió incluso al propio Dusko Ivanovic. Tras el partido, el entrenador montenegrino depositó dos sentencias casi contrapuestas en cada bandeja de la balanza. Por un lado, sinceridad a la hora de valorar el momento de forma que atraviesa el Caja Laboral a unos días de la Copa del Rey. "Está claro que no estamos en nuestro mejor nivel", afirmó Ivanovic sin ningún ánimo de disfrazar la realidad porque "si buscamos excusas seguro que las podemos encontrar". Sin embargo, parece que esta situación no quita el sueño al preparador baskonista. "Después de este partido no estoy ni más ni menos preocupado. Creo en este equipo y además la Copa es algo diferente. Puedes llegar en el mejor momento de la temporada y jugar el peor partido" recordó.
Pese a que sólo un arreón final evitó una derrota en el Buesa Arena que se sigue resistiendo desde que el Cajasol de Manel Comas asaltara el feudo vitoriano en abril de 2008, Ivanovic quiso alabar la "paciencia" de sus jugadores "a pesar de los errores que se han cometido". Pero eso no signfica que el técnico azulgrana no sacara ayer a relucir su habitual y característico sentido de la autocrítica. "Hemos bajado nuestro nivel de intensidad, no tenemos la misma que antes y eso es lo primero que tenemos que recuperar en los días que nos quedan antes de la Copa", anticipó el dueño del banquillo vitoriano antes de argumentar el por qué de ese bajón colectivo.
"Estamos jugando al nivel de nuestros jugadores lesionados, y un equipo es tan fuerte como fuerte sea su peor jugador. Ahora, nosotros estamos en esa situacion", explicó con rotundidad un Ivanovic que por segunda vez en toda la temporada pudo disponer de nuevo de toda su plantilla al completo, incluido un Tiago Splitter que volvió a ser el mejor jugador baskonista pese a que su concurso se mantuvo en el aire hasta última hora por culpa de sus problemas físicos.
Pero aunque erradicada en parte, la plaga de lesiones continúa acechando el vestuario del Buesa Arena. Es el caso de Lior Eliyahu, el hombre al que el montenegrino quiso agradecer su esfuerzo partido tras partido. "Lior nos ayuda porque quiere, pero está sufriendo con sus dolores y no puede entrenar como debiera. Tiene que ir a un nivel más bajo", apuntó antes de aclarar que, aunque "estará en la Copa, después ya veremos".
pau ribas Su robo de balón en el último suspiro y la posterior canasta al contraataque finiquitó el duelo ante el cuadro levantino. Pero ahora a Pau Ribas le toca olvidar la ACB y la Euroliga durante unos días y centrarse en una cita tan eléctrica como el torneo del KO. "En este equipo es difícil cambiar el chip porque jugamos partidos muy importantes cada día, pero para un jugador la Copa es muy interesante y un buen sitio para intentar hacerlo bien y por supuesto intentar ganar. Ahora tenemos una semana para recuperar sensaciones y preparar el primer partido", confió finalmente el base catalán, cuyos únicos tres puntos acabaron decidiendo el partido ante el Valencia.