vitoria. Resignado por el rosario de problemas en la zona, a Ivanovic no le queda otro remedio que aguantar el temporal y sacar el máximo a los pocos pívots sanos. En cualquier caso, el montenegrino -poco amante de las excusas- mantiene la exigencia y espera solventar con éxito la amenazadora visita del Khimki. No es momento de llorar, sino de arrimar el hombro. "Barac sigue con molestias y no está al cien por cien, pero en la situación en que estamos necesitamos a todos los jugadores. Tiago no puede jugar. Es imposible, aunque está mejor. Eliyahu sufre molestias, pero necesitamos a todos sin importar el estado físico", explicó.
El cuadro ruso se perfila como un hueso duro de roer, básicamente porque su poderío está centrado en el actual punto débil azulgrana. "La fuerza del Khimki es su juego interior, aquí saca mucha ventaja. Ser fuerte y alto es beneficioso, pero también ser pequeño y rápido. Será normal que jueguen dentro ya que a priori tienen ventaja por su talla. A pesar de eso, su juego se basa en los dos bases, que anotan mucho, y sus dos aleros, Langford y McCarty, que disponen de casi todos los sistemas. No van a renunciar a su manera de jugar ni cambiar su estilo pese a nuestras bajas", recordó.
Cuestionado sobre la presunta debilidad moscovita fuera de casa, lanzó balones fuera. "Ha perdido sólo contra grandes equipos. Todo el mundo puede ganar en cualquier sitio. Hemos visto que todo es posible en el Top 16", subrayó Ivanovic, para quien sólo "es importante intentar ganar: si es por uno, por uno". Por último, el técnico baskonista detalló que "el equipo está respondiendo bien" y se mostró esperanzado en repetir la imagen "del segundo tiempo en Zagreb y los tres primeros cuartos en Galicia".