vitoria. Entre el ramillete de jugadores que volverá esta tarde a la que fue su casa durante un periodo más o menos largo de tiempo, sin duda Jorge Garbajosa es el que hace más tiempo que no pisa el parqué del Buesa Arena para disputar un partido. Reclutado este verano por el Madrid para aportar mayor versatilidad a la interminable batería de jugadores interiores del equipo merengue, su peregrinaje a la NBA y su paso por el Khimki han provocado que hayan pasado unos cuantos años (desde la temporada 2005-2006, en la que formaba parte del Unicaja de Sergio Scariolo) desde que se enfrentó por última vez al Baskonia en el coso de Zurbano.

El ahora ala-pívot del Real Madrid, que cuajó un buen partido en el OAKA el jueves, asegura llegar "con muchas ganas" a un partido en el que el Caja Laboral debe demostrar si de verdad posee argumentos para llamarse alternativa a los dos grandes, sobre todo después de la dolorosa derrota que el Madrid le infligió en la Supercopa.

Sin embargo, el trajín de viajes que ha soportado el equipo blanco en esta semana podría resultar, a juicio de Garbajosa, el peor enemigo del todopoderoso combinado de Messina.

"Afrontamos el segundo partido fuera de casa de la semana y el segundo enfrentamiento contra un gran equipo después de lograr una victoria muy importante en Atenas", manifestó Garbajosa poco antes de tomar el vuelo que condujo ayer a la expedición blanca desde la capital griega hasta Gasteiz.

"Llegaremos cansados por el viaje desde Atenas, por el esfuerzo y desgaste y por el escaso tiempo de recuperación, pero también con un buen nivel de moral tras la victoria ante el Panathinaikos y con confianza en nuestras posibilidades".

Respecto al Caja Laboral, Garbajosa sabe que "tiene una gran plantilla, muy completa, y juega en casa, arropado por una afición que en todo momento está con ellos, y más en este tipo de partidos", por lo que augura "un encuentro duro y complicado".