Vitoria. Ni la recuperación en activo ni el reposo absoluto han podido evitar lo inevitable. Ante los persistentes dolores que continúa sufriendo en el tobillo, Brad Oleson pasará de nuevo por el quirófano para intentar erradicar de una vez por todas el particular via crucis en el que se está convirtiendo su primera temporada como jugador del Caja Laboral, y deberá estar al menos dos meses de baja antes de regresar al equipo.
Fichado durante el pasado verano para convertirse en una de las grandes estrellas sobre las que iba a sustentarse el renovado equipo de Dusko Ivanovic, el jugador nacido en Alaska está sufriendo un verdadero calvario cuyo origen se remonta nueve meses atrás en el tiempo, cuando en el mes de marzo se torció su tobillo por primera vez. En lugar de parar, Oleson siguió jugando partido tras partido dispuesto a meter al Fuenlabrada en los play off, en una decisión que le ha condenado a vivir en una continua pesadilla.
Hace apenas cinco días, el propio escolta estadounidense confesaba que no quería "ni pensar en la posibilidad de volver a operarse", pero su problemática situación le obligará a entrar de nuevo en un quirófano y someterse a una cirugía artroscópica para extirpar pequeños fragmentos óseos. Será el próximo viernes en la ciudad holandesa de Rotterdam, donde viajará para ponerse en manos del prestigioso y famoso doctor Van Dijk, que hace unos días llenó las páginas de los diarios deportivos por ser el encargado de la recuperación de Cristiano Ronaldo.
Ayudado por el doctor Mikel Sánchez, Van Dijk someterá al jugador zurdo a una nueva operación para tratar "un pequeño arrancamiento óseo en la zona postero-inferior del astrágalo", según reza el diagnóstico oficial facilitado por el Baskonia. El doctor Mikel Sánchez ayudará al especialista holandés, pues nadie mejor que él conoce de cerca el maltrecho tobillo derecho del norteamericano. Y es que el pasado 18 de agosto Oleson ya se sometió en Vitoria a una primera cirugía para tratar su lesión, tras la cual permaneció de baja durante varias semanas, aunque pudo debutar el 11 de octubre. Desde entonces, saltaba a la cancha cada vez que su entrenador lo requería, pero Oleson seguía sufriendo fuertes dolores y su cojera al andar era bien visible. Así las cosas, la entidad vitoriana optó por parar al jugador, que disputó sus últimos minutos -apenas siete- en el Buesa Arena, precisamente frente a su ex equipo. A partir de ahí, tratamientos de fisioterapia, mesoterapia, electroterapia o "pesas y bicicleta", como explicó él mismo hace unos días, que no han logrado cumplir su objetivo. Ahora, mientras el club vitoriano estudia la situación en la que queda su plantilla -a Singletary le resta un mes de contrato y Micov acaba hoy el suyo- por si fuera necesario fichar un nuevo temporero, Oleson permanecerá dos meses de baja y su presencia para la Copa del Rey -en Bilbao del 18 al 21 de febrero- se presenta tremendamente complicada.