vitoria. Nadie puede poner en duda la profesionalidad y el espíritu de superación de San Emeterio. El cántabro, al que el Caja Laboral colocó la etiqueta de transferible en verano y sólo continuó en la capital alavesa tras el traspaso de Vidal al Real Madrid, ha querido demostrar a todos los seguidores baskonistas que no guarda dentro de sí ningún resquemor por la decisión tomada en su día por el club.

Si hasta ahora había sido uno de los baloncestistas más regulares de Dusko Ivanovic, su actuación de ayer superó todas las previsiones iniciales. Tanto en defensa, anulando a Tucker, como en ataque, donde consiguió canastas de todos los colores, rayó a un nivel magnífico que permitió al conjunto vitoriano asegurar una victoria que pone en bandeja la etiqueta de cabeza de serie para la próxima Copa del Rey.

Otro de los destacados fue Tiago Splitter, que tras el descanso se echó el equipo a su espalda, forzó infinidad de faltas a los interiores locales y firmó un pleno sensacional desde el tiro libre con diez de diez intentos. Todo ello minimizó el calvario que vivió durante muchos minutos ante el incombustible Bueno, que le sacó los colores. English, por último, dejó algún detalle de calidad.