El Fuenlabrada, penúltimo de la ACB y que acaba de destituir a Luis Guil, es un auténtico polvorín y un vestuario repleto de egos. Uno de los que está en la diana es Gerald Fitch, despedido el 27 de octubre tras protagonizar una salida nocturna y extraviar en ella el coche del club. El ex azulgrana apareció al día siguiente en el entrenamiento y fue readmitido tras abonar una multa de 40.000 euros. Al parecer, su nula predisposición al trabajo ha colmado ya la paciencia de los directivos.