Vitoria. Si es cierto eso que dicen de que a perro flaco todo son pulgas, Dusko Ivanovic va a tener que dejarse las uñas para aliviar los picores. Este Caja Laboral enfermizo y taciturno parece empeñado en hacer una rutina del más difícil todavía y acude a una de las canchas más complicadas del continente con un equipo de circunstancias. A las consabidas ausencias de los lesionados Oleson, Herrmann y Marcelinho Huertas se unió ayer una con la que el preparador montenegrino no contaba: Vladimir Micov, que pasó una mala noche a causa de una gastroenteritis, se quedó en tierra y no formará parte de la debilitada expedición baskonista en Israel.

Así las cosas, el abanico de opciones con las que contará el entrenador del Caja Laboral para elaborar los quintetos que salten en cada circunstancia del encuentro al parqué del Nokia Arena queda notablemente reducido. Aunque todos los jugadores interiores estarán en el mítico pabellón de Tel Aviv, en las posiciones exteriores apenas existen alternativas. Ribas, English y San Emeterio tendrán que asumir un buen número de minutos con el relevo exclusivo de un Singletary que seguramente coincidirá en más de una ocasión con el base badalonés para dar refresco a los dos únicos aleros disponibles. Y todo eso, por supuesto, dando por hecho que los jugadores del equipo azulgrana se cuidarán de acumular faltas personales, lo que a buen seguro limitará la intensidad defensiva.

Queda otra opción en el aire para sortear esta escasez de efectivos en el perímetro: conceder algunos minutos en la posición de tres a alguno de los postes. Lior Eliyahu ya ha jugado en ese puesto, tanto en su etapa en el Maccabi como en la selección de su país, pero aún arrastra molestias de su enigmática lesión en el tobillo y, según aseguró Ivanovic, habrá que utilizarlo con cuentagotas para que no recaiga y vuelva a entrar en la extensa nómina de jugadores inactivos.

La presencia del espigado ala-pívot hebreo será, sin duda, uno de los principales alicientes de un duelo en el que el Maccabi podría incluso certificar su pase al Top 16 y ganar muchos enteros en su lucha por conservar el primer puesto del grupo C. El cuadro israelí, que sólo ha perdido el encuentro disputado en el Buesa Arena hace poco más de un mes, dispone además de todos sus efectivos para el partido, por lo que Pini Gershon tratará de imprimir un ritmo elevado de juego para asfixiar al rival.

"Va ser un partido muy difícil", reconocía ayer Pau Ribas. "Pero no debemos dejarnos llevar por la presión. Ellos tienen más que perder que nosotros", trataba de aliviar agobios el base catalán, para quien jugar en el Nokia Arena "siempre aporta un extra de motivación". Con ese aliciente añadido o sin él, lo cierto es que el Baskonia no puede dar por perdido el partido antes de jugarlo. Caer en Tel Aviv, con una visita a Moscú en el horizonte, dejaría al equipo vitoriano sin margen de error.