Vitoria. La epidemia de lesiones en el Caja Laboral remite. La infección de desgracias, a priori, comienza a perder algo de virulencia. Y es que la enfermería baskonista empieza a aligerar su cuota de problemas graves. Huertas ya ha vuelto a los entrenamientos y confía en actuar ante el Ayuda en Acción Fuenlabrada. English, Splitter y Singletary mejoran de sus respectivas dolencias. Incluso Walter Herrmann, uno de los fichajes claves del pasado verano que aún no se ha estrenado con la elástica azulgrana, ve la luz al final del túnel.
Precisamente el ala-pívot argentino cuenta las horas para sumarse al proyecto del Caja Laboral sobre el parqué. El de Venado Tuerto confiaba ayer en recibir de inmediato el alta médica de la bursitis que padecía en su rodilla y que le obligó a pasar por el quirófano a mediados de agosto. El alero, que pasa consulta hoy con un médico francés que supervisa su recuperación, reveló que pretende iniciar su particular pretemporada de inmediato y comprobar así su mejoría con suaves carreras continuas.
Y es que el albiceleste se encuentra lejos de su mejor estado de forma. A los escasos minutos de juego en su pasada experiencia en la NBA se añade la falta de un trabajo exigente en pretemporada, habida cuenta de que se lesionó poco después de iniciar las sesiones físicas bajo las órdenes de Óscar Bilbao.
No obstante, Herrmann reconoce que ya no siente dolor en su articulación. Poco a poco, ha notado mejoría. Y si no hay nada extraño en la última revisión médica, el hispano argentino pretende forzar la máquina para, tal y como se preveía en un principio, acaso debutar con la elástica baskonista en diciembre.
pendientes de brad oleson Sin embargo, aunque el virus de las lesiones se inocula con algunas mejorías aún reparte varios zarpazos. El último en elevar el estado febril de la enfermería es el escolta Brad Oleson. El de Anchorage, con una recuperación activa de su maltrecho tobillo izquierdo desde hace semanas, realiza progresos minúsculos a cambio de aguantar un umbral de dolor exagerado.
A lo largo de esta última semana, el escolta baskonista se ha sometido a numerosas pruebas médicas para determinar la evolución de su lesión y si la recuperación activa supone un progreso o, desafortunadamente, un obstáculo para desarrollar su juego. La entidad del Buesa Arena espera conocer los resultados de esas exploraciones en breve para tomar una nueva decisión: o bien dar al tobillo de Brad Oleson el descanso necesario para eliminar las molestias de forma radical o, por contra, continuar con ese tratamiento activo dosificando sus esfuerzos.
El descanso de la zona dolorida del pie izquierdo y, por tanto, el tratamiento lejos del parqué se presenta como alternativa fundamental para recuperar al MVP de la pasada Liga ACB en condiciones físicas óptimas. Y es que su rendimiento, lejos de crecer con el paso del tiempo, se ha reducido de forma considerable. Dusko Ivanovic reconoció que su aportación en los entrenamientos es mínima para no forzar esa débil articulación. Y esa merma de fondo físico repercute también en su juego de forma evidente. Su presencia en cancha cada vez disminuye más y su producción anotadora es también progresivamente más pobre.
Con todo, el Caja Laboral convive con todas estas dificultades con el regreso a la actividad de Marcelinho Huertas. El base brasileño prueba la resistencia de su pierna izquierda, ya curada de una microrrotura de fibras, para alinearse ante el Ayuda en Acción Fuenlabrada. Su vuelta, habida cuenta de la presencia de Singletary como timonel temporal, posibilitaría que Pau Ribas actúe de escolta y minimice, si fuera necesario, la ausencia del recientemente nacionalizado Oleson.