Más de 2.500 personas han completado hasta el momento la encuesta interactiva de la calculadora alavesa de huella climática, donde se recoge el impacto de la actividad cotidiana en el medio ambiente. El cuestionario ha incluido algunos aspectos relacionados con el cálculo de dos indicadores ambientales: la huella de carbono, que mide las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) producidas, directa o indirectamente, por una persona, organización, evento o producto, expresadas en masa de dióxido de carbono equivalente, y la huella hídrica, que se utiliza para medir el volumen total de agua que un individuo o comunidad consume o que una empresa usa para producir bienes y servicios.

Los resultados obtenidos muestran un valor medio de emisiones de GEI que al menos dobla el recomendado (2.300 kilogramos de dióxido de carbono por persona y año), registrándose el más alto en la franja de edad de 31-50 años y el más bajo en la de 0-18 años y en las personas mayores de 70 años, debido principalmente al alto impacto de la movilidad. Además, las menores de 30 años presentan los consumos más altos de agua, frente a las mayores de 30, con los más bajos.

Para medir el impacto ambiental, la herramienta pregunta sobre los seis ejes que mayor incidencia tienen en el medio ambiente: hogar, energía, agua, residuos, consumo y movilidad, identificando las tendencias de comportamiento mayoritarias entre las personas que han completado el cuestionario. Así, en cuanto al eje de la energía, todavía el 36% de las respuestas admite que pone la calefacción en casa a 22 grados o más, siendo suficiente una temperatura entre 19-21, lo que supondría una importante reducción del consumo de energía y de las emisiones generadas. En relación con eje de agua, son los menores de 30 años los que pasan más tiempo en la ducha: el 43% de las personas entre 0-18 años y el 31% de las de entre 19-30, pasan 15 minutos o más.

Acerca de los residuos y su gestión, los mayores de 30 años muestran mayor grado de compromiso con la separación selectiva y un 24% de la población encuestada declara no utilizar el contenedor de residuo orgánico. Además, uno de cada cuatro alaveses reconoce desechar un kilo o más de comida a la semana.

Sobre los hábitos de consumo, los resultados muestran importantes diferencias según la edad. Los menores de 30 años son los que más prendas de ropa al año adquieren (el 39% de las de la franja entre 0-18 años compra 20 prendas o más al año) y uno de cada 5 menores de 30 años compra algún producto o servicio por Internet al menos una vez a la semana. En cuanto al consumo de carne, un 26% de la población asegura comerla ocasionalmente o nunca.

Por último, en relación a la movilidad que es uno de los ejes con más impacto, destaca positivamente como las personas menores de 30 años son las que más utilizan la bicicleta y el transporte público para ir a estudiar/trabajar, mientras que el 50% de los adultos utiliza el coche (no compartido) para ir a trabajar. En cuanto a las vacaciones, un 13% de las personas jóvenes utiliza medios menos contaminantes como tren o autobús, comparado con solo un 4% de los adultos.

La calculadora alavesa de huella climática forma parte del proyecto Araban zu zero, y es una iniciativa desarrollada por los miembros del grupo motor del ODS 13 Acción por el clima de la Alianza Alavesa 2030: Egibide, Ayuntamiento de Amurrio, Preoca, Cimas, Consultur e ICLI Ingeniería para la Cooperación Lankidetzarako Ingeniaritza.

La singularidad de la calculadora, frente a otras ya existentes, es que ofrece una serie de recomendaciones, artículos e iniciativas locales centradas en Álava para mejorar el impacto ambiental de nuestros hábitos y comportamientos.