Iker y su amigo Rubén llegan todas las mañanas sobre las 8.10 horas desde Lakua hasta Jesús Obrero para ir a estudiar. Es su segundo año en el instituto y todos los días tienen el mismo problema.

"Solo los más madrugadores tienen sitio, nosotros tenemos que buscar dónde candar la bici", explican estos dos alumnos vitorianos.

Cientos de estudiantes llegan todas las mañanas entre las ocho y las 8.15 horas a dos centros de estudio de Vitoria que están muy próximos entre sí: Molinuevo y Jesús Obrero.

Algunos llegan andando, otros en autobús (la mayoría en la línea 4) y muchos de ellos en bicicleta.

Los que escogen esta última opción tienen el mismo problema todos los días si no son los primeros que llegan hasta la Plaza Bilbao: las plazas para aparcar las bicicletas son escasas a esas horas y tienen que buscarse la vida para candar la bici a árboles, bancos y farolas.

María espera a que su amiga Izaskun llegue en el autobús número 4 para ir juntas a clase. Ella ha podido dejar su bicicleta en una plaza de un parking habilitado en la Plaza Bilbao, pero reconoce que no hay sitio para todo el mundo.

"Cada vez somos más los que venimos en bici por las mañanas hasta Jesús Obrero, y mucha gente tiene que candarla en un árbol o en un banco. Espero que no nos multen por ello o no se lleven las bicicletas la Policía".