Algo que cada vez buscan más vitorianos es un lugar tranquilo y agradable para poder salir de la ciudad y disfrutar de la naturaleza. Y lo tienen fácil, ya que a tan solo 7 kilómetros de Vitoria nos encontramos con el concejo de Foronda en el que, en esta ocasión, son varios los vecinos que están acercándose al lugar para conectar el cuerpo, la respiración y la mente gracias a una nueva iniciativa ofrecida por la alavesa Arantxa Sanz.

Hace muchos años ya se impartió esta actividad en la misma dirección, Foronda, 25, y, tras varios años de parón, Sanz ha cogido el testigo "con mucha ilusión". Una propuesta que, tanto los vecinos de Foronda como los gasteiztarras que se acercan al lugar han acogido con gran entusiasmo.

Se trata del yoga y son clases personalizadas dirigidas a pequeños grupos, como mucho de 10 personas. Este mes ofrece días sueltos para que la gente pruebe sus clases y así, en un futuro cercano, a poder ser en septiembre, pueda sacar grupos fijos. El primer día de prueba fue el pasado 9 de mayo y tuvo mucha afluencia. Sanz se mostraba muy agradecida por compartir su nuevo proyecto con las personas que acudieron al lugar. "Estoy muy contenta con la iniciativa y con la gente que asiste a mis clases. La verdad es que mi experiencia con el yoga me ha ayudado mucho en mi día a día. Me ha servido para poder intimar conmigo misma y poder desconectar de los estímulos externos como el trabajo, móviles, relaciones, rutinas, obligaciones, etc.", añade Sanz.

Las dos próximas clases ya están garantizadas. La primera será el próximo lunes 23 de mayo en el que todavía queda alguna plaza por cubrir y la siguiente será el lunes 30 de mayo. Las clases se imparten en Foronda, 25 por un módico precio de 7 euros y en horario de 18.00 a 19.30 horas. El material necesario para la clase se basa en una esterilla, una manta y un bloque o cojín para la meditación.

A esta alavesa las clases de yoga le encantan, así como las posturas que se obtienen en el ejercicio, el movimiento y la meditación. "En las clases que imparto me gusta variar los estilos de yoga y poner en práctica las formaciones que voy realizando. También ayudar a las personas que vienen a clase, a poder tomar decisiones de cómo pueden colocarse en cada postura con respeto y con las adaptaciones necesarias para llevar acabo una práctica segura", afirma. FUTURO

La idea de Arantxa Sanz es, en principio, consolidar un grupo de yoga para septiembre. De toda maneras, no deja de pensar en más prácticas para aprovechar el lugar. Una de las cosas en las que está pensando es en sacar diferentes talleres de yoga de iniciación, yoga vinyasa, yoga dinámico... Así como ofrecer clases de hipopresivos.

Lo que sí está claro es que tiene muchas ganas e ilusión por que su nuevo proyecto siga adelante ya que, según Sanz "he venido para quedarme un largo tiempo".