Comienza el mes de mayo y el calor. ¿Y qué está sucediendo en calles y parques de Vitoria? La famosa pelusa de los chopos empieza a invadir poco a poco algunas vías de la capital alavesa.

Varios jardines ya han comenzado a teñirse de blanco, tal y como está sucediendo en zonas verdes de los barrios de Aranbizkarra y Salburua.

Cuando sopla el viento, la pelusa de este árbol puede llegar a ser muy molesta para algunas personas que van paseando porque puede meterse en los ojos o en la nariz.

En ocasiones, hay tanta cantidad de esta 'especie de algodón flotando' que recuerda a los copos de nieve, y en algunas zonas parece como si estuviera nevando en plena primavera.

Los chopos son fácilmente reconocibles en Vitoria por su famosa "pelusilla". Su aparición tiene lugar en primavera cuando el fruto con forma de cápsula libera sus diminutas semillas recubiertas de un vilano blanco, lo que le da ese aspecto de algodón. Dichas semillas usan el sistema de dispersión por el viento para dispersarse.

Es decir, la pelusa de los chopos no es polen sino semillas que se recubren de esta pelusilla blanca o algodón, lo que les permite flotar y que sean transportadas por el viento a mucha distancia.

Estamos equivocados: no producen las alergias

Tal y como explican los expertos, esta pelusa no provoca alergia, en contra de lo que piensa la mayoría de la ciudadanía. Lo que sucede es que la aparición de las pelusas suele coincidir con la floración de otras especies que sí crean problemas alérgicos.

Lo que sí hay que tener en cuenta es que estas pelusas son altamente inflamables y arden muy rápido, lo que puede provocar problemas graves de incendios.