A pesar de que la hoja de ruta de la industria del automóvil lleva al coche eléctrico, el avance ha sido menos rápido de lo esperado, reconoce CIC energiGUNE. En parte, por las limitaciones tecnológicas de los grandes fabricantes de vehículos, argumenta el centro de investigación para almacenamiento de energía electroquímica y térmica del Parque Tecnológico de Álava, iniciativa del Gobierno Vasco.

Sin embargo, el panorama ha cambiado con los nuevos desarrollos llevados a cabo, sobre todo en las baterías, que son el corazón del vehículo eléctrico. “Han permitido que se avecine la verdadera eclosión de la electromovilidad”, avanza el centro de investigación nacido en 2011.

La propia Agencia Internacional de la Energía prevé este cambio de tendencia. Así, en su último informe del pasado año fija dos escenarios, uno conservador y otro optimista, que sitúan para 2030 las ventas anuales del vehículo eléctrico en 25 y 47 millones, respectivamente. Esto supone un 40% de la cuota de mercado en el supuesto más precavido y de más de un 50% en el más atrevido, cuenta CIC energiGUNE en su repaso a los planes de electrificación de los grandes fabricantes de vehículos, a los plazos límite que se han puesto diferentes países para dejar de vender vehículos de combustión y al papel de las baterías en la consecución de estas metas.

Y es que, este acelerón de la industria no sólo se explica por el desarrollo tecnológico, también por las políticas adoptadas en muchos países de cara al despliegue del vehículo eléctrico; políticas que en muchos casos quieren prohibir a medio plazo la venta de vehículos 100% de combustión. De hecho, más de veinte estados ya han puesto fecha a esta decisión: 2040. Más allá va Noruega, que sitúa en 2024 el fin de la venta de modelos convencionales de automóviles de combustión en su territorio. Ante esta perspectiva, los grandes fabricantes de automóviles echan el resto y se dotan de planes de electrificación para responder a la demanda de un mercado, que se prevé que supere en ventas los 320 millones de unidades en 2040.

Stellantis es uno de los grupos más ambiciosos -considera CIC energiGUNE en su blog-. Ya ha anunciado su intención de vender dentro de ocho años sólo vehículos eléctricos, al menos en Europa, de la mano de sus dos buques insignia, Citroën, que lo hará a partir de 2030 y Opel, incluso antes, en 2028. A esta apuesta se ha sumado Renault, que en enero anunció su intención de vender únicamente coches eléctricos a partir de 2030, al igual que Volvo, la joya de la automoción sueca. Mercedes se marca como límite 2035, al igual que Audi y General Motors. Otro grupo de compañías retrasa este objetivo hasta 2040. Es el caso de Ford, aunque para Europa sí espera lograr este reto en 2030, Volkswagen y Hyundai.

No obstante, “dentro de esta oleada de anuncios, todavía hay alguna voz discordante que no se atreve aún a fijar una fecha clara para la electrificación de su flota, como BMW, que ya ha mostrado sus dudas sobre la viabilidad de que el motor de combustión pueda desaparecer en la segunda mitad de la próxima década”, puntualiza CIC energiGUNE.

Los países. Plazo límite para la venta de vehículos de combustión:

2025. Noruega.

2030. Dinamarca, Irlanda, Eslovenia, Singapur, Suiza, Israel, Escocia, Holanda e Islandia.

2035. Reino Unido, Japón, Cabo Verde y China.

2040. Francia, España, Portugal y Canadá.

2050. Alemania y Costa Rica.

Las marcas. Plazo límite para la venta de vehículos de combustión:

2030. Citroën, Opel y Renault.

2035. Mercedes, Audi y General Motors.

2040. Volkswagen, Hyundai y Ford, aunque para Europa espera lograrlo en 2030.

Las baterías. De estado sólido tienen mayor vida útil, ya que al utilizar material sólido se evita una disminución del rendimiento. Seguridad mejorada en comparación con las convencionales, que son altamente inflamables. Son más económicas, puesto que la producción en masa es mucho más sencilla, lo que reduce los costes. Poseen mayor autonomía, ya que al usar un compuesto sólido se logra más capacidad de almacenamiento. Son más ligeras, es decir, pesan menos que las convencionales. También más sostenibles al reducir las emisiones de CO2. Y posibilitan la carga rápida para distancias más largas.

Los países ya han establecido distintos plazos límite para dejar de vender vehículos de combustión

CIC energiGUNE repasa los planes de electrificación de los grandes fabricantes de vehículos