Algunos, con una sonrisa inmensa. Otros, un poco más retraídos. Todos, sin igual, ilusionados. La tamborrada txiki se ha celebrado en la tarde de este jueves por las calles del centro de Vitoria con la participación de decenas de txikis ataviados para la ocasión.

Unos y otros han demostrado su sincronización y unas artes que auguran un futuro prometedor para las fiestas de San Prudencio, que tienen el futuro asegurado.