El quid de la cuestión del sí o no al uso de la mascarilla en interiores está en los puestos de trabajo. Ahí son los departamentos de Riesgos Laborales los que marcan la pauta, así que las decisiones son dispares. En grandes empresas de automoción han decidido por ahora mantener la mascarilla, así como en algunas entidades bancarias y supermercados. También la plantilla que atiende a los usuarios que realizan la declaración de la renta la lleva puesta a petición de la Diputación. Igual medida han adoptado en cadenas de ropa con varias tiendas abiertas al público.

En las instalaciones del Ayuntamiento de Vitoria no es necesaria salvo en el transporte público y en los centros sociosanitarios. No obstante, "se recomienda un uso responsable de la mascarilla en espacios cerrados de uso público en los que las personas transitan o permanecen un tiempo prolongado, así como en eventos multitudinarios", indica el consistorio gasteiztarra. Entre la plantilla municipal no es obligatoria, salvo en el transporte público y entre el personal que trabaja con personas vulnerables.

En El Corte Inglés, la pauta general es que su uso no es obligatorio para los empleados, aunque van a tener mascarillas a su disposición por si así lo demandan los clientes. No obstante, detalla Carmelo Lezama que hay cinco supuestos en los que sí debe llevarse: cuando la atención al cliente requiera proximidad, caso de una prueba de ropa para tomar medidas o en una sesión de maquillaje; siempre que se atienda a un cliente que la lleve puesta; en la sección de hostelería, esto es, camareros y camareras de la barra del bar y de las mesas, en pastelería y en la sección de platos preparados.

La plantilla de los grandes almacenes llevará igualmente mascarilla en el supermercado y en los mostradores de alimentos frescos, así como cuando acuda al médico de empresa.

Osalan, el instituto vasco de seguridad y salud laboral, recomienda a las empresas evaluar si los centros de trabajo cumplen condiciones adecuadas sobre número de trabajadores, distancia entre ellos, ventilación, etc. antes de acordar la retirada de las mascarillas durante la jornada laboral.

Además, recuerda la obligatoriedad de su uso en el caso de personal sanitario, sociosanitario y de medios de transporte de personas. También recoge la recomendación de su utilización por parte de los trabajadores vulnerables en cualquier situación en la que tengan contacto prolongado con personas a una distancia menor a metro y medio y por parte de profesores con factores de vulnerabilidad.

ventilación y distancia

Para el resto, Osalan aconseja tener en cuenta una serie de parámetros, como una adecuada ventilación, el mantenimiento de la distancia mínima entre personas de 1,5 metros, las horas de permanencia en el puesto de trabajo, la actividad concreta que se desempeña, la temperatura y humedad relativas, el uso de espacios comunes, como vestuarios y comedores, los vehículos compartidos y si hay personas vulnerables en el puesto de trabajo.

En los negocios particulares, se ve de todo. Por lo general, son más los dependientes y dependientas de cara al público que la llevan que la clientela. De hecho, hoy también se han colocado las mascarillas en charcuterías, fruterías, panaderías y peluquerías del entorno de Sancho el Sabio, y se la han quitado en bares, tiendas de ropa y administraciones de lotería, donde ya de por sí tienen un cristal que les separa del público.