La comunidad cristiana celebra hoy uno de sus días más señalados, el Domingo de Resurrección, una jornada en la que no solo se conmemora que Jesús resucitó al tercer día, sino que marca para la Iglesia el arranque de un nuevo año litúrgico con los 50 días de Pascua que se inician desde esta fecha.

Vitoria, que tras dos años de pandemia ha podido recuperar por fin esta Semana Santa sus actos más multitudinarios, también se ha sumado a esta importante celebración con una Misa Pontifical de Pascua oficiada por el obispo de la ciudad, Juan Carlos Elizalde, que ha estado precedida de la tradicional procesión de los estandartes.

La comitiva ha partido a las 12.00 horas desde el templo ubicado bajo la ladera oeste del Casco Viejo mientras repicaban las campanas anunciando, según la tradición, la victoria de la vida sobre la muerte.

Decenas de curiosos y fieles han aguardado al arranque de la procesión, que puntualmente ha iniciado su camino hacia la cercana Catedral Nueva.

Recorrido hasta el templo

Las campanas de San Pedro han anunciado la llegada del mediodía y la procesión ha partido animada por un grupo de txistularis y encabezada por una enorme cruz de madera, desnuda, con los clavos de la crucifixión. De seguido, los siete estandartes de las cofradías de la ciudad.

Un grupo de vecinos que a medida que ha avanzado la procesión se ha hecho más numeroso la ha seguido en su camino por Siervas de Jesús, la Plaza de la Provincia y Vicente Goikoetxea, con varias pequeñas paradas intermedias.

Al llegar al templo, una fumata blanca y el obispo Elizalde, en la puerta, han recibido a todos ellos antes de dar comienzo a la Misa Pontifical.