Viajar al extranjero es siempre muy enriquecedor: conocer diferentes culturas, descubrir costumbres, personas y formas de convivencia nuevas, tener una inmersión lingüística extranjera completa, etc€ Pero realizar este viaje con motivo de realizar un curso académico, o una parte del mismo, introduce factores importantes a tener en cuenta: la edad del viajero ronda los 16 años, el adolescente viaja solo (a veces por primera vez en su vida), la estancia es larga y los costes son una variable a considerar, existe un fuerte impacto emocional por el distanciamiento prolongado con familia y amigos, académicamente cambian muchas cosas, hay muchas dificultades a las que enfrentarse y muchas decisiones que tomar.

Para analizar estas y otras circunstancias inherentes a esta aventura, contamos con la opinión profesional de Mikel Arnáez y David González, director y jefe de estudios, respectivamente, del Centro de Apoyo Integral Eraiki Taldea. Ambos comparten experiencias de clientes de su Centro que han vivido o viven actualmente esta aventura única, tanto desde el punto de vista educativo, como desde el punto de vista de las emociones y sentimientos de los alumnos desplazados.

Mikel, ¿cuál es el perfil de los estudiantes que se embarcan en estas aventuras?

Hay infinidad de empresas dedicadas a organizar todos los detalles del viaje y cada una tiene su forma de trabajo, pero lo habitual es que haya un proceso de selección en el que se exija un nivel medio-alto de idioma del lugar de destino y un expediente académico de origen de la misma índole. Esto se debe, a que el impacto de la inmersión lingüística será muy alto y los cambios en las metodologías de aprendizaje también y es necesario llegar lo más preparados que se pueda desde el inicio. Por otro lado, es habitual realizar una entrevista personal al estudiante y a la familia, para evaluar la fortaleza emocional y nivel de autonomía del candidato, no hay que olvidar que, aunque se disponen de apoyos durante la estancia, el adolescente tendrá que afrontar muchas situaciones nuevas sin poder contar con al poyo directo de su familia y amigos. En resumidas cuentas, la inversión económica será considerable, pero no es ni el más importante ni el único factor a tener en cuenta.

David, Mikel nos ha comentado que existe una fuerte carga emocional en los alumnos desplazados ¿de qué manera tiene en cuenta este factor vuestro equipo independientemente del apoyo docente que prestáis a los alumnos desplazados?

A nivel personal, es necesario aprender a desenvolverse fuera de la "zona de confort" y desarrollar la resiliencia fuertemente. Esta capacidad de adaptación a entornos cambiantes mejorará la fortaleza emocional y autonomía del alumno para el resto de la vida. Pero el camino es duro, la relación que se establece entre nuestro equipo docente y el alumno en muchas ocasiones es muy estrecha y es habitual compartir con ellos algunas lágrimas y momentos de bajón. Todo nuestro equipo tiene este factor muy en presente con los alumnos desplazados y yo me encargo periódicamente de compartir tiempos con estos alumnos para ver si entre todos, detectamos algún aspecto especialmente preocupante en el estado de ánimo y poder ayudar a solventarlo o comunicarlo a la familia, si procede. En todo caso, en Eraiki tenemos la suerte de poder contar con nuestro equipo de psicólogos si el alumno o la familia lo requiere y no es la primera vez que solapamos ambos servicios con el cliente desplazado y/o con la familia.

David, aparte del apoyo emocional del que nos hablas, ¿qué necesidades académicas tienen estos alumnos con motivo de sus estudios fuera de España?

Los objetivos son distintos si el alumno pasa sólo 3-4 meses desplazado o si pasa 1 o varios cursos escolares completos en otro país. Nuestro apoyo se puede centrar a demanda del alumno en relación a los contenidos que estudia fuera de España en caso necesario; pero independientemente, siempre necesitan que reforcemos las materias que dejarán de trabajar o trabajarán de forma diferente: Euskera, Lengua y Matemáticas. Cabe destacar que nuestro Centro apoya al alumno tanto durante su estancia con sesiones de 1-2 horas a la semana, como de forma intensiva a su retorno, aprovechando que normalmente retornan en periodos vacacionales y siempre con planes de trabajo personalizados. Tan importante es estar preparados a la ida, como en la vuelta.

Mikel, ¿Estudiar en el extranjero es un lujo para ricos?

Desde luego es una opción que mayoritariamente requiere un esfuerzo y anticipación de ahorro importante, pero la inversión varía mucho según el país de destino, el tipo de residencia escogida y la duración de la estancia. En todo caso, cualquier familia que tenga este objetivo claro, algo de capacidad de ahorro y lo planifique con tiempo suficiente, puede permitirse esta aventura para sus hijos, aunque sea en la modalidad más económica posible. La experiencia personal y la inmersión lingüística se puede vivir igual con inversiones muy distintas. Yo recomiendo a todos los interesados, a pedir presupuestos con al menos 6-8 años de antelación y de esa manera conocer la previsión de gastos y poder plantear un plan de ahorro con tiempo suficiente; ya que si finalmente, este viaje no se produce, este ahorro se podrá destinar a tener un abanico formativo posterior al bachiller con más opciones para escoger.

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  • Pestaña web Eraiki sobre apoyo a estudios en el extranjero: https://www.eraikitaldea.es/newpageecd72d6c

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