- Suspendida el 11 de diciembre a consecuencia de las trombas de agua que dañaron caminos y puentes, ayer se pudo celebrar la entrega de los reconocimientos NekazAraba en el salón de actos de Kuartango Lab, el antiguo balneario convertido en un centro de iniciativas empresariales, sociales y culturales. Con la presencia del diputado general, Ramiro González, y la asistencia de los diputados de Agricultura, Eduardo Aguinaco; Equilibrio Territorial, Irma Basterra; y de Cultura y Deporte, Ana del Val, la institución foral puso en valor los esfuerzos del sector primario en la vertebración del territorio, la generación de empleo y la provisión de bienes y servicios de calidad. Y lo hizo otorgando el reconocimiento que, bajo el nombre NekazAraba, sirve para poner en valor y visibilizar el trabajo que día a día llevan a cabo los y las agricultores alavesas, colectivos y empresas del territorio y que resulta un importante motor de desarrollo del mundo rural y entidades locales de Álava.

A través de estos reconocimientos NekazAraba, la Diputación destaca bienalmente a personas, entidades o productos alaveses, distribuidos en esta edición en cinco categorías: Berrikuntza, Excelencia Alimentaria, Trayectoria Profesional, Landa Garapena y Reconocimiento a su compromiso con Álava y con el sector primario.

En esta segunda edición, en la categoría Berrikuntza, se premia a Fresaraba, liderada por Santiago Osa Mendi, explotación productora de fresa y frutos rojos ubicada en Antezana de la Ribera. Fresaraba nace del compromiso por ofrecer a los consumidores un producto local cuyo cultivo era desconocido en Álava con una seña de identidad inconfundible: el sabor a fresa. Un producto fresco, para el mercado local, respetando la estacionalidad. Una producción que abre el abanico de las producciones tradicionales del territorio y que genera puestos de trabajo en una comarca con riesgo de despoblación.

En la categoría Excelencia Alimentaria, a Quesería La Leze, de la familia Jauregi-Gorrotxategi de Ilarduia, municipio de Asparrena. Se trata de una quesería familiar formada por José Mari Jauregi, Elisabeth Gorrotxategi y su hijo Arkaitz. En 1992 apostaron por esta forma de vida, el pastoreo y la elaboración de queso de alta calidad, en base a un proceso de elaboración milenario, apoyado en el pastoreo en la sierra de Altzania. Son innumerables los premios y reconocimientos recibidos en diferentes concursos de queso de pastor celebrados tanto en Eukal Herria como a nivel del estado e internacionales.

En la categoría Trayectoria Profesional, a Marino Ruilope Salazar, de Salinas de Añana, agricultor que desde muy joven y que hasta su jubilación participó de forma activa en la estructuración del sector agropecuario y en diversas instituciones de Álava. Fue impulsor de la Asociación de Agricultura de Montaña Añana, presidente de la Cooperativa Cerealista Valdegobía-Añana, del Grupo Garlan, de la Comunidad de Regantes Tumecillo de Valles Alaveses, representante de diversos sectores del Sindicato Agroganadero UAGA, vocal en Caja Rural Vasca y alcalde y concejal en su ayuntamiento, entre otros cargos.

En la categoría Landa Garapena, al proyecto Villa Lucía, representado por la familia Lavín Santamaría. Ubicado en Laguardia, nace en el año 2000 como Centro Temático del Vino con el fin de construir un producto turístico singular creado a partir de la calidad e identidad del destino Rioja Alavesa. Representa el sueño de una familia: disfrutar y conseguir el goce de sus clientes a través de la gastronomía y de la cocina basada en la tradición culinaria de Luchi Santamaría, corazón de la familia, y de nuestra tierra. Poner en valor una gastronomía ligada al territorio, la sostenibilidad, la creatividad y la responsabilidad con los productores locales y del entorno.

Finalmente, en la categoría Reconocimiento a su Compromiso con Álava y con el sector primario, al recientemente fallecido Alberto López de Ipiña, alavés ejemplar, por su desinteresada e impagable labor como divulgador de los alimentos alaveses, las personas productoras, la cocina popular y la cultura gastronómica. Como presidente de Boilur (Federación de Sociedades Gastronómicas de Álava) y del Convivium Slow Food Araba-Álava fue un incansable promotor de los productos locales de calidad, apoyando a aquellos productores responsables con el medio ambiente y la protección de la biodiversidad. Apasionado de Álava, afable y cercano, dedicó también su vida a servir a la Diputación Foral de Álava y a los alaveses y alavesas como funcionario foral.