El deporte escolar de Álava cuenta ya con un reglamento de inspección, rol que asume la Diputación de Álava. De momento serán tres los técnicos superiores del departamento de Deportes quienes realicen las visitas a los clubes, federaciones y demás entidades, aunque se ha solicitado una persona más, anunció ayer la diputada del área. Recalca Ana del Val que la finalidad de esta norma no es sancionadora, ya que lo que busca es detectar actividades o situaciones que deban corregirse, así como atender quejas y comprobar denuncias sobre posibles infracciones e irregularidades.

La Diputación elaborará el calendario de visitas e informará a las asociaciones de padres y madres, clubes y entidades deportivas sobre el nuevo reglamento que comienza a aplicarse este curso escolar de forma progresiva.

El reglamento contempla la supervisión del cumplimiento de los valores educativos. También asesorar y orientar a las entidades deportivas sobre lo que se puede hacer y lo que no, y comprobar reclamaciones y denuncias, ya sean a entidades o personas, sobre presuntas infracciones e irregularidades. Igualmente, la Diputación verificará los datos presentados por las entidades para obtener subvenciones y vigilará el transporte contratado por la propia institución foral para los desplazamientos de los chavales a las competiciones.

“Por supuesto, se podrá supervisar que las actividades fuera de programa o en días no habilitados para tal fin tengan autorización del servicio de Deportes”, puntualiza Del Val. Las inspecciones consistirán en visita a la entidad deportiva, recopilación de información, elaboración de actas e informe de conclusiones. “Todo ello nos ayudará a evitar situaciones problemáticas”, cree Del Val.

La diputada compareció ayer en las Juntas Generales de Álava a petición propia para dar a conocer a los junteros del territorio esta nueva herramienta de control. “Se trata de un instrumento que nos va a permitir actuar de manera más rígida en caso de que una actuación mal hecha se repita o en caso de recibir alguna reclamación”, defiende.

Recordó, además, que Álava carecía hasta 2020 de una norma foral de deporte escolar, un paso que la Diputación consideraba necesario dar. Dicha norma especifica objetivos, entidades, categorías, juegos escolares, inscripciones, licencias federativas, permisos para competiciones escolares especiales, desplazamientos, autorizaciones, etc., con la vista puesta en mejorar la gestión del deporte escolar.

Los grupos de la oposición agradecieron a la responsable del área sus explicaciones y EH Bildu preguntó si la Diputación tiene pensada alguna medida para que los autobuses que llevan a los escolares a las competiciones deportivas no vayan tan vacíos. Respondió la diputada que le han dado muchas vueltas a la vista de que es un problema porque les lleva mucho tiempo organizar los traslados para, precisamente, juntar grupos y evitar que los autocares vayan medio vacíos y, además, es costoso. No obstante, ya adelantó que es imposible que padres y madres viajen con los escolares.

Por otra parte, decayó la moción de EH Bildu, a la que se sumó el PP, para que no se repitan situaciones como las ocurridas en la última ola de la pandemia con la suspensión de las competiciones de deporte escolar. Elkarrekin respaldó la propuesta, y PNV y PSE votaron en contra.

Diputación

La diputada de Cultura, Ana del Val, defiende el trabajo arqueológico llevado a cabo por la Diputación de Álava, tanto en los restos aparecidos y posteriormente tapados en las obras del entorno del Memorial de las víctimas de Vitoria, como en el caso del desaparecido busto original del dios del vino Baco, una escultura encontrada en Arkaia.

En el primero de los asuntos, explicó que no todos los restos tienen que quedar expuestos al público y citó como ejemplo los encontrados bajo la plaza de la Catedral Vieja, que se cubrieron para recuperar un espacio público. La oposición en cambio, considera que la Diputación ha actuado con demasiada celeridad cubriendo los hallazgos para que el Ayuntamiento siga con las obras. En el segundo asunto, ahora bajo secreto de sumario, reconoce Del Val que es un caso de difícil solución, ya que ocurrió hace 46 años y con otra legislación, pero subraya que, en todo este tiempo, sólo su gobierno ha intentado recuperar la pieza.