Un vecino de Vitoria se topó este sábado con una sorprendente imagen cuando paseaba por Olarizu y no dudó en inmortalizarla.

Aunque a primera vista algunos veían una larga grieta en el suelo, la fotografía que Danilo Islero publicó ayer en redes sociales capta una extensa fila de la oruga procesionaria campando libremente por el suelo de Olarizu.

"Llegó la procesionaria, ojito con los peques y los perretes!!!!", insta este vecino de la capital alavesa en su mensaje, consciente de que la conocida oruga puede suponer un problema en caso de ingesta, al ser extremadamente tóxica.

Incluso simplemente tocarlas puede generar síntomas como la dermatitis, lesiones oculares, urticarias y reacciones alérgicas. Y es que cada procesionaria tiene unos 500.000 pelos que se desprenden con facilidad y suponen una amenaza para la salud de personas y animales.

La oruga procesionaria acostumbra a hacer acto de presencia con la llegada de la primavera, pero este año se ha adelantado por el aumento de las temperaturas y la falta de precipitaciones.