Caídas, golpes, cautividad, atropellos, destrucción de nidos, debilidad, malnutrición o agotamiento, colisiones, electrocución, trampas, cepos y lazos; abandono, alambradas, cables, enfermedad natural... Pero también disparos o envenenamientos, por sorprendente que parezca. Las causas de ingreso de animales silvestres en Martioda es tan variada como las especies de ejemplares que llegan al centro de recuperación animal de Álava.

No obstante, el 67% de los ejemplares potencialmente recuperables, se recupera. "Es un alto porcentaje comparado con otros centros", valora Marta Olalde, jefa de sección de Espacios Naturales y Biodiversidad de la Diputación de Álava. "Y una enorme alegría comprobar que, una vez curados, recuperados y puestos en libertad son capaces de alimentarse y sobrevivir por su cuenta", aplaude.

Y es que, "el trabajo fundamental de Martioda es salvar a los animales que ingresan, al menos, la mayor parte posible, y liberarlos en la naturaleza", indica Olalde. No obstante, lamenta que, a día de hoy, todavía tengan que asistir casos de disparos (cinco en 2021) o envenenamiento (cuatro), aunque sean pocos en número. Ésta es otra pata importante de su labor, atender las investigaciones de Fiscalía o Policía, por ejemplo, por delitos ambientales.

"Para la investigación necesitan aclarar la causa de la muerte y en Martioda practicamos a los cuerpos las necropsias (autopsias a los animales muertos)", apunta. Pese a los casos de maltrato, cree que la población cada vez está más concienciada y se vuelca en hacer todo lo posible por ayudar a los animales heridos cuando se topa con uno de ellos en las calles o en el campo. "Por regla general, un animal herido, te da pena, e intentas hacer todo lo posible por salvarlo", declara convencida. De hecho, los donantes particulares suponen más del 50% de los ejemplares que ingresan en este hospital de animales silvestres; quiere decir que la mitad de los ejemplares que llegan a Martioda lo hacen de la mano de ciudadanos particulares (521). El resto, los entregan guardas, colaboradores, policías...

Cómo actuar

"Los ciudadanos pueden actuar de dos maneras, bien rescatan al animal cuando se lo encuentran herido y lo tienen en casa hasta que personal del centro acude a recogerlo, bien pueden acercarse a las instalaciones de Mártioda y depositarlos en unas cajas cerradas con candado disponibles a la entrada", informa. Se trata de una colaboración ciudadana que Olalde agradece; por ello, considera necesario hacer un guiño a todas esas personas que se preocupan, llaman e intentan salvar al animal herido".

El pasado año asistieron en Martioda 814 entradas (807 animales heridos, de 114 especies diferentes: 595 aves, 129 reptiles y 83 mamíferos, y siete casos de no animalesDel total de ejemplares, 433 eran potencialmente recuperables y, de ellos, 290 fueron, finalmente, liberados en la naturaleza. Los irrecuperables, en cambio, se trasladan a otros centros, zoos fundamentalmente, donde los ciudadanos pueden ir a visitarlos. Otros causan baja antes de 24 horas (95) y también los hay que ya ingresan muertos (97).

La tendencia de ingresos en el centro de recuperación animal de Álava va en aumento. Así, de los 453 ingresos de 94 especies del año 2000 se ha pasado a 814 entradas de 114 especies, con una fuerte subida en el periodo 2012-2016. "Al margen de sucesos puntuales y explicables que ocurren cada año y que hacen crecer las estadísticas, creo que hemos llegado ya a un tope de en torno a 800 ingresos anuales. Cierto que, de 2012 a 2016 se registró un incremento destacado, quizá porque en aquella época se llevó a cabo alguna campaña de divulgación de Martioda y se dio más a conocer el centro", argumenta la jefa de sección de Espacios Naturales y Biodiversidad de la Diputación de Álava.

Además de los ingresos de animales exóticos o silvestres registrados el año pasado -las mascotas se atienden en la perrera municipal-, en Martioda se han ocupado de otros siete casos de no animales, elementos tóxicos o peligrosos tirados en la vía pública, como bolsas de plástico que contienen algún tipo de veneno, que puede ocasionar gran mortandad entre la fauna. En estos casos, suelen ser guardas, policías o ertzainas quienes acuden a retirarlos, tras recibir un aviso, y los custodian hasta Martioda.

Sucesos y curiosidades

Entre las muchas vivencias, unas buenas y otras malas, Olalde cuenta que el año pasado en una colonia vigilada con muchos aviones zapadores -un ave migratoria, muy pequeñita, que llega en marzo y se va en septiembre- se dio un brote de tuberculosis, que provocó una mortandad muy alta y acabó prácticamente con toda la colonia, lo que supuso un elevado número de ingresos en Martioda.

Recuerda también que un año antes se encontraron varias bolsas de cebos envenenados y tuvieron que retirar a los animales intoxicados para que el mal no se extendiese; por eso llegaron a Martioda unos cuantos ejemplares más. Y, apenada, narra que, recientemente, ingresó un quebrantahuesos que, por desgracia, no sobrevivió. "Nunca antes había entrado un quebrantahuesos", apunta.

detalles

Especies más frecuentes.Ingresadas en el centro de recuperación animal de Álava: galápago de Florida (95), gorrión común (47), cernícalo vulgar (44), ánade azulón (43), vencejo común (39), avión común (38), urraca (31), mirlo común (28), galápago leproso (24), erizo común (23), autillo europeo (20) y lechuza común (20).

Galápago de Florida.Es la especie con más entradas en Martioda, un caso excepcional, puesto que no es autóctono sino invasor. Es la única especie exótica que recoge el centro porque, en este caso, el objetivo no es liberarlo sino todo lo contrario, extraerlo del medio natural, a lo que obliga la legislación, ya que es muy depredador y voraz; se come las larvas de otros animales, por ejemplo las de anfibios autóctonos, como las ranas, que son potencialmente positivas para los ríos. La presencia del galápago de Florida va en contra de la conservación de la biodiversidad. También le quita el alimento al galápago leproso, al de aquí, al autóctono. Sin embargo, triunfa como mascota: hay muchos porque la gente los compra y cuando se aburre de ellos, por no matarlos, los tira en un río, charca o humedal y, claro, el daño es mucho porque, luego, se reproduce en la naturaleza".

Gorrión común.Normalmente, ingresa en Martioda herido por colisiones al volar; también porque cuando son pollos, algunos ejemplares intentan volar del nido y no pueden, no saben; entonces, caen al suelo; la naturaleza es así. Quienes les encuentran, para ayudarles, llaman a Martioda. Se trata de gorriones inexpertos, que echan a volar sin saber y, por desgracia, tienen todas las de morir en la naturaleza y ser devorados por otras especies.

Causas de ingreso más comunes. Pollo caído de nido (141), pollo volandero (107), golpe indeterminado (93), cautividad (58), atropello en carretera (50), alteración-destrucción del nido (48), extraído del medio (45), debilidad, malnutrición o agotamiento (28), desconocido (24), atrapado en una infraestructura (23). Existen otras causas provocadas, como heridos por disparos (5) y envenenamientos (4).

Procedencia de los ingresos. Vitoria (395), Labastida (48), Barrundia (30), Agurain (27), Amurrio (21), Maeztu, Laguardia y Zuia (15) y Legutio y Zigoitia (14).

Por tipo faunístico. Aves (595), mamíferos (83), reptiles (129) y casos de no animales (7).

Meses de más ingresos. Junio, julio, agosto y septiembre; en cambio, el invierno es la época más tranquila en Martioda.