Diésel, gasolina, híbrido o eléctrico; turismo o todoterreno; nuevo o de ocasión; negro, blanco o plata... Y, ahora, ¿qué coche compro? Es la pregunta que se hacen los conductores ante el revuelo montado alrededor del mundo del automóvil.

El vaivén de informaciones “perjudica” al sector, reconoce Óscar Uzquiano, porque genera incertidumbre, desconfianza y muchas dudas en el comprador, que ya no sabe si el futuro está en los eléctricos o si dentro de unos años no va a poder conducir el diésel que tiene en el garaje desde ya ni recuerda cuándo, que lo utiliza poco, pero que le sirve perfectamente para desplazarse.

Sin duda, “este revuelo de informaciones perjudica las ventas porque, al final, no le das confianza al cliente y si no confías en lo que vas a comprar, retrasas la compra, a no ser que se te estropee el coche y no te quede más remedio”, sostiene el representante de Honda, Toyota y MG. “Si mi coche no arranca, igual me compro otro, pero si funciona, pues espero; lo que están provocando es que se retrase la decisión de comprar”, añade. Demasiadas dudas que han hecho que los conductores alarguen la vida de sus vehículos.

Coches viejos

“Antes, igual se cambiaba de coche cada dos o cuatro años; ahora, la media del parque móvil es de catorce años cuando hace poco era de nueve”, señala. “En otros países, no lo sé, pero precisamente aquí, en el Estado, donde la automoción representa el 20% del PIB, no entiendo que lancen noticias erróneas”, apunta Uzquiano.

El final de año sigue siendo el periodo preferido para adquirir un coche, pese al proceso de cambio en el que está inmerso el sector de la automoción. Diciembre es un mes fuerte en ventas; sin embargo, el negocio del automóvil pierde potencia. “Si en 2005 se vendían 1,6 millones de coches nuevos en el Estado, este año, justito se va a llegar al millón”, cifra.