oli Casado y su marido, Jesús Astorga, fieles a una tradición, han vuelto a instalar en su bodega el impresionante belén de más de 30 metros cuadrados que une a su concepto navideño el ser un reflejo de los artes y oficios del medio rural alavés. Es un belén al que cada año se le añaden nuevas figuras, que son representaciones de oficios generalmente de antaño y esa es la razón por la que muchas personas que lo visitan, año tras año, lo primero que hacen es buscar las novedades entre el impresionante despliegue de figuras.

Cuenta Jesús Astorga que este año han incorporado tres novedades al belén, todas relacionadas con lo que es la cultura popular y del medio rural, como son el hacer el jabón casero para que luego se pudiera bajar al río a lavar, como hacían antiguamente las lavanderas a orillas del río Ebro. Por ello hay dos figuras de señoras elaborando jabón de la manera artesanal. También han incorporado otro oficio, como es el curtidor de cuero, tan esencial en aquella época para realizar todo tipo de aparejos de las ganaderías, los carros y la agricultura.

Asimismo han añadido una figura que les resultó caprichosa: es un señor vendiendo palomas. "La paloma es también base de la alimentación y por eso, ¿por qué no pensar también en la paloma como medio para transmitir noticias o medio epistolar? Antes era la forma más rápida para transmitir noticias. Y al lado hemos colocado un halconero y, con una impresora 3D, el hijo ha hecho un halcón y así tenemos también el oficio de la cetrería, una manera de cazar de entonces".

La realidad es que más que un belén es una imagen en relieve de la cultura popular y el medio rural de Rioja Alavesa. Jesús comenta que manteniendo la rigurosidad de lo que es la reproducción de un belén hebreo con figuras apropiadas y con atavío de túnicas, capas y demás, "lo que hemos hecho ha sido ir adaptando a lo largo de estos últimos años figuras que hemos ido encontrando a los oficios que se pueden estar perdiendo y que tienen relación con la base de la economía de la zona, que es la agricultura y más concretamente con el mundo de la vid, el vino, el olivo y el aceite, el cereal y la transformación en pan".

Y todo está realizado derrochando imaginación para trasformar las figuras. "Hay que tener imaginación, estar abiertos para cuando ves una figura con una determinada pose y pensar qué puedes tunear para que esa figura represente algo que se está perdiendo. En estos días, que va viniendo mucha gente, una de las preguntas que hago es si alguno ha dormido en un colchón de lana. La mayoría, no, y por eso en el belén hay dos mujeres, una vareando la lana y la otra cosiendo el colchón una vez que la lana está esponjada. Por eso este belén retrotrae los recuerdos de la gente mayor y enseña a las nuevas generaciones como era la vida social en los pueblos"

Como no podía ser de otra forma allí están los campos de viñas trabajados por el viticultor, o un vinatero en un lagar rupestre pisando las uvas; en otro lugar hay un grupo de personas haciendo barricas, desde el secado de las duelas al tostado con la figura que alimenta de leña el fuego y luego dos toneleros ajustando los cellos de la barrica hasta que queda terminada. Y por no faltar también aparecen los peones arrancando sus vestidos de corcho a los alcornoques para poder fabricar tapones... Y hasta la vista de una cueva tradicional con prensa de madera y otra con barricas.

En esas escenas relacionadas con el mundo de la viña y del vino ha introducido una figura que lo que está haciendo es el cisco, el carbón vegetal a partir del sarmiento de poda, que se ha utilizado durante muchos años en los braseros de las mesas camillas para calentarse las familias en los duros inviernos que había entonces. Es una figura que se completa con un montón de sarmientos que se están quemando, se desprende humo de la propia quema y al lado tiene la vasija de agua para apagar el sarmiento cuando está a medio quemar. Por cierto que, según la tradición, en esa actividad se inspiraron los martxos, las hogueras que se queman en la víspera de la Inmaculada. Al parecer, en Lapuebla de Labarca, los mozos hacían la gracia de quemar los sarmientos, por lo que se consumían en el campo antes de ser recogidos para fabricar el carbón vegetal. Cuando se autorizaron las hogueras dentro del pueblo, los martxos, los chavales dejaron de quemar los sarmientos en el campo.

El belén, ubicado en una zona de la bodega, se puede visitar llamando por teléfono, ya que Loli y Jesús reciben a todos los que muestran interés.