Dottor Pizza cerró sus puertas el pasado 14 de noviembre tras más de dos años y medio de actividad en la calle Nueva Fuera. Pero no fue un adiós, sino solo un hasta pronto. El establecimiento, dedicado hasta ahora al take away, ultima su reapertura en un nuevo, amplio y renovado espacio donde la clientela podrá disfrutar in situ no solo de sus afamadas pizzas, sino también de otras novedades gastronómicas y una selección de vinos y cocktails que la transportarán directamente a Italia sin moverse de la capital alavesa.

"Queremos crear un universo a través de la pizza", resume Fabiano Zappacosta, uno de los tres socios y sumiller de Dottor, que para esta nueva etapa ha incorporado a su marca los apellidos vino & cucina. Toda una declaración de intenciones que muy pronto, antes de esta próxima Navidad, será una realidad palpable.

El nuevo hogar de Dottor Pizza se ubica en el número 92 de la calle Herrería, en el local que durante años ocupó el mítico bar El Botero y que ha tenido como último inquilino un restaurante senegalés. Sus responsables y los distintos gremios trabajan estos días a buen ritmo para poner todo a punto y hacer posible el inminente reencuentro.

A dos alturas

Quien ya haya pasado antes por allí se encontrará con un espacio reconocible, de dos alturas, dotado de barra y varias mesas en la planta inferior y un amplio comedor para alrededor de 60 comensales, con otra pequeña barra, en la superior.

Sin embargo, seguramente se sorprenderá por el imponente nuevo horno instalado junto a la cocina, que funciona con electricidad pero tiene las mismas características que uno de leña. Traída directamente desde la región de Nápoles, esta herramienta servirá para elaborar -y también "mejorar"- el producto estrella de la casa. La renovada carta de Dottor incorporará nuevas pizzas, aunque el cocinero y también socio del restaurante, Federico Diodato, avisa a navegantes: "Nada de barbacoa o piña".

Spritz, Negroni... y muchos vinos

El menú incluirá asimismo nuevos aperitivos, que permitirán picar algo antes de la hora de comer o de cenar con el acompañamiento de un típico cocktail italiano -como un Spritz o un Negroni-, así como una extensa carta de vinos biológicos elaborados en pequeñas bodegas de la región transalpina de Abruzzo.

Caldos que, según Zappacosta, "no solo no se encuentran en Vitoria, sino probablemente en toda España". Amigos desde niños, Zappacosta y Diodato son originarios del mismo pueblo, la pequeña localidad de Casalincontrada, que se enclava precisamente en esa comarca bañada por el mar Adriático y abrigada por los Apeninos centrales.

"Nuestra idea es ofrecer producto tradicional italiano, que el local sea lo más auténtico posible", sintetiza Zappacosta. Motivados por la excelente aceptación que ha tenido el primer Dottor entre los gasteiztarras, pandemia mediante, ha llegado el momento de afrontar un nuevo reto en el que esperan seguir contando con sus incondicionales y abrirse también a nuevos públicos.

Gonzalo Urriza, tercer socio del flamante Dottor Pizza, apunta en este sentido que "en Vitoria falta un local así, verdaderamente italiano". La cuenta atrás para conocerlo y degustarlo ya está en marcha. l