En la localidad de Villanueva de Valdegovía se ha puesto en marcha una iniciativa con la que se ha creado una cooperativa para el desarrollo de 10 viviendas. El proyecto ha sido impulsado por algunos de los vecinos del pueblo en un suelo que está sin uso desde hace muchos años y que se quiere poner en valor, a través de la construcción de estas viviendas para fijar población en Valdegovía.

La técnico que está realizando los trámites y gestiones, Adelina Uriarte, explica a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA que el hecho de realizarlo a través de la figura de la cooperativa permite fijar precio por parte de los promotores, ya que son los cooperativistas quienes toman las decisiones.

El proyecto en el que se trabaja, según Uriarte, es para que estas viviendas sean sostenibles. “Nosotras trabajamos siempre, en Arkitecnica, que somos quienes estamos haciendo las gestiones de la cooperativa, con sistemas passivhaus. En el caso de Valdegovía, un poco marcado por el precio, no sabemos si vamos a llegar a cumplir a rajatabla los criterios de este estándar. Pero si no llegamos, nos quedaremos muy cerca”.

Añade que “en ese sentido cuidamos tanto materiales, como que sobre todo las viviendas sean muy eficientes energéticamente, ya que como decimos siempre la energía más sostenible es la que no se consume. Si haces unas viviendas que apenas necesitan energía ya están siendo muy sostenibles”. Eso no quiere decir que haya carencias, sino que la energía necesaria se obtendrá con sistemas renovables y siempre “la que necesitemos producir”.

La iniciativa ha generado, hasta el momento, muchos apoyos. Tanto el propio Ayuntamiento, como la Junta Administrativa de Villanueva de Valdegovía o la propia Diputación Foral de Álava. “Todas las gestiones que hemos hecho, y son muchas porque las cuestiones de suelo son complejas, hemos encontrado apoyo y medidas muy razonables”. Y es que “la Ley del Suelo de Euskadi no ayuda, porque está pensada para las grandes ciudades y no para los núcleos pequeños”.

Y es que resulta evidente que la construcción de viviendas necesita cambios legislativos que flexibilicen las condiciones urbanísticas y apoyo de subvención a proyectos como este, que son estratégicos porque fijan población, generan actividades económicas y dinamizan la vida en el medio rural. Afortunadamente han encontrado todas las facilidades posibles dentro de la legalidad. Y a ello se une el que esta localidad cuenta con todos los servicios para poder disfrutar de una notable calidad de vida y con una importante calidad medioambiental

El formato de cooperativa ha dado sus frutos en este caso concreto, ya que, en estos momentos, para las diez viviendas proyectadas solo quedan un par de ellas disponibles. Son gente del pueblo y “suponemos que los que aún lleguen serán del valle, de los pueblos de la zona”.

Ese interés llama la atención, frente a otras iniciativas que se tratan de sacar adelante en otras localidades con formatos diferentes. “En Valdegovía hay interés y demanda, porque hay varias fábricas en la zona, bastante población y tampoco es un número grande de viviendas”.

Cinco bifamiliares

La vivienda tipo que se quiere construir es, en realidad, un bifamiliar, de los que se harán cinco. Son diez moradas en total, aunque desde fuera se verán cinco edificios. Esto se debe, en primer lugar, al tamaño de las parcelas, que permite de esta forma dejar un espacio para jardín muy aprovechable.

Y la segunda razón es para optimizar los costes, ya que hacer una vivienda bifamiliar es más económico que cuando es unifamiliar. Serán de planta baja, con cubierta inclinada con teja, porque obliga a ello la normativa municipal para guardar la estética de la zona. La idea es que las cubiertas sean con una estructura de madera, que quedará vista desde el interior, pero con aislamiento suficiente para el estándar passivhaus, y las fachadas serán sencillas.

La distribución de los interiores, según Adelina Uriarte, “tiene una ventaja para los promotores, ya que al hacerlas en cooperativa se pueden adaptar a las necesidades de cada familia. Hay quien necesita tres habitaciones, o dos, o un matrimonio que sea más mayor o no tenga hijos, y quiere todo mucho más abierto. Ellos tienen un espacio y la distribución interior la trabajaremos con cada uno. Es verdad que cuanto más se parezcan, más se optimizan los costes, pero no hay una gran diferencia”.

Las viviendas contarán con terreno de jardín bastante generoso, “alrededor de 400/500 metros cuadrados cada parcela. En cuanto a los precios, la cooperativa como tal tiene un objetivo de precio y la empresa asesora trata de ceñirse a él. Inicialmente, los precios rondan entre los 200.000 y los 220.000 euros, “pero todavía estamos desarrollando el proyecto, aunque esa es la idea”, concluye Adelina Uriarte.