El servicio de Viticultura y Enología de la Diputación Foral de Álava ha dado a conocer el Informe de Vendimia 2021, un documento en el que se destaca la "extraordinaria sanidad de la uva que ha entrado en bodega, con mucho color, muy por encima de la cosecha de 2020, que ya fue muy buena".

Según las personas responsables de la Casa del Vino, "las primeras catas de las elaboraciones de la cosecha son muy prometedoras, con vinos con mucho color, muy aromáticos y con taninos muy redondos. El agua caída desde septiembre, las temperaturas moderadas durante el día y frescas durante la noche y una sanidad extraordinaria han permitido una evolución de la maduración lenta y progresiva", señalan los expertos.

El informe recuerda que tras más de dos meses sin prácticamente una gota de agua, de mediados de junio a septiembre, y tras los excesos de junio, se abordaba la vendimia 2021 con un retraso de aproximadamente una semana respecto a 2020, con expectativas de buena cosecha en cuanto a calidad y escasa en rendimiento. Finalmente, la cosecha se pudo llevar a cabo sin sobresaltos pese a la cambiante meteorología.

A excepción de algún brote de botritis aislado en las viñas más cargadas, la uva permanecía sana, y la maduración se fue completando en octubre pausadamente, facilitando una recogida selectiva y sostenida durante las tres primeras semanas de octubre en toda el área de Rioja Alavesa.

96,5 millones de kilos

Con datos ya oficiales el Consejo Regulador cifra en casi 96,5 millones de kilogramos de uva amparada los recogidos en Rioja Alavesa en 2021, ligeramente más que en la cosecha de 2020.

En lo referido a hechos derivados de la pandemia, la segunda campaña del covid ha transcurrido sin incidencias, gracias a la experiencia de la pasada campaña y al seguimiento estricto de los protocolos establecidos. No obstante, las dificultades que suponen la gestión del personal en estas circunstancias insólitas, las perspectivas de bajo precio de la uva y la mano de obra cada vez más escasa, han provocado, como ocurrió ya en la pasada campaña, un incremento de la superficie de viñedo recolectada con vendimiadora mecánica, si lo comparamos con lo habitual en Rioja Alavesa, donde se ha vendimiado tradicionalmente a mano en la gran mayoría de viñedos.

Arabako Txakolina

Al igual que en Rioja Alavesa, después de casi tres meses sin prácticamente precipitaciones, llegó el mes de septiembre con lluvias que continuaron intermitentemente hasta principios de octubre. Es en esta fecha en la que comienza la vendimia en el Valle de Ayala, dos semanas más tarde de lo que lo hizo la pasada campaña 2020.

Las lluvias de septiembre en general no afectaron negativamente en la calidad del fruto, dando lugar a un aumento del rendimiento por engrosamiento del grano, rendimiento que venía mermado por las heladas primaverales y las deficiencias de cuajado.

Con respecto a volumen, este está muy por debajo la de cosecha 2020, que fue récord absoluto, pero con gran calidad, lo que dará sin duda lugar a grandes vinos. Las estimaciones de cosecha a esta fecha según el Consejo Regulador de Arabako Txakolina, que no variarán mucho de las cifras oficiales finales, son del orden de 450.000 kilos de uva, un 40% por debajo de lo recolectado en 2020 y prácticamente lo que habitualmente se recoge de txakoli en Álava.