Se estrena en este curso como portavoz de Elkarrekin Araba en las Juntas. ¿Le pilló por sorpresa la renuncia de la anterior responsable Arantxa Abecia?

-No, por sorpresa no. Arantxa llevaba haciendo un trabajo de seis años al frente del grupo juntero y necesitaba un cambio de vida y regresar a su trabajo en la Universidad, estaba más o menos planteado. Es normal, en Podemos todos pertenecemos a mundos externos a la política y esto quema mucho y cansa, hay que entrar y luego salir.

El diputado general dijo en el debate de Política General que solo veía voluntad real de negociar los Presupuestos en Elkarrekin Araba. ¿Existe efectivamente esa voluntad? ¿Están dispuestos a prestar su apoyo a una coalición de gobierno que no los necesita?

-Habrá que ver hasta qué punto es real esa voluntad del diputado general. Una cosa es la pose de cara a la galería y otra la realidad, y lo que nos ha demostrado hasta ahora no ha sido así. En estos dos años han sido rechazadas todas nuestras propuestas, habiendo mostrado nosotros una actitud muy proactiva, con muchísimo trabajo, y no lo digo por decir, es una realidad. Si él demuestra que existe una voluntad real, nosotros estamos dispuestos, siempre y cuando el resultado de la negociación sea importante para el momento social que estamos viviendo, es urgente hacer frente a grandes necesidades.

¿Bajo qué condiciones, en líneas generales, podría obtener Ramiro González su voto favorable a los Presupuestos 2022?

-Tenemos tres prioridades fundamentales. Una son los servicios sociales; la ayuda a la población más vulnerable, residencias de mayores y la atención a personas dependientes. El segundo eje es el medioambiental y la vida rural. González defendió a tope proyectos en los que luego se ha dado un paso atrás (los parques eólicos de Arkamo e Iturrieta) cuando han visto que se atentaba contra la biodiversidad y los pueblos. También está la lucha contra la despoblación y la vida rural, el apoyo a la venta por encima del precio de producción y, por último, queremos defender los pequeños proyectos productivos agroecológicos. Otro tema fundamental es la movilidad sostenible, colaborativa, o el apoyo a una red de autobús más accesible. La línea Vitoria-Bilbao es un punto importante de negociación, reducir el precio del billete a la gente que más lo necesita. El tercer eje es el de las necesidades urgentes de la población infanto-juvenil y las familias. Es un punto fundamental, todo lo relativo a la salud mental, a la segregación socioeconómica derivada de la segregación escolar, a la conciliación familiar, la vivienda o los espacios juveniles.

En relación a ese eje medioambiental que menciona, ¿cree que el dictamen foral con respecto a Arkamo e Iturrieta puede abrir el camino hacia el consenso en las Juntas para una implantación sostenible de las renovables?

-Esperamos que sí, que hayan recapacitado y que esto les haya servido para reflexionar y poner sobre la mesa un nuevo planteamiento que también tienen que llevar a proyectos como el de Azazeta y otros.

¿Y en relación a los servicios sociales? ¿Cómo valoran la propuesta de reforma del sistema de cuidados mediante el plan Gizarea? ¿Estarían dispuestos a respaldarlo?

-Es fundamental una apuesta rotunda, mucho más fuerte que la actual, con más peso presupuestario, en el fortalecimiento del servicio público de cuidados, de las residencias de mayores. Planteamos una reforma fiscal progresiva y crear una mayor red pública de residencias de mayores, invertir mucho más, con fondos europeos, que para eso están también. En cuanto a Gizarea, sobre el papel queda muy bonito. Vemos buenas intenciones, pero tenemos que ir mucho más allá, no podemos hacer frente al envejecimiento poblacional con la privatización del sistema de cuidados.

Reclamaba usted a González en el debate de Política General un mayor apoyo a los trabajadores de Tubacex. ¿Considera que la resolución del conflicto ha sido la mejor posible?

-Ha sido la victoria de un sector de trabajadoras y trabajadores que han estado al frente de la defensa de los derechos laborales por encima de todo, que ha sido paciente, que ha mantenido una lucha de David contra Goliat, durante muchos meses, y ha sido un ejemplo de que cuando hay unidad se pueden conseguir las cosas, se puede conseguir una sociedad equilibrada. Ha sido un ejemplo, en Euskadi, en el Estado e incluso a nivel europeo.

¿Cómo valoran la política foral en relación a los fondos europeos?

-Se ha hecho en despachos, sin margen para opinar y plantear necesidades. En el caso de Álava no estamos de acuerdo con proyectos como la universidad privada Euneiz, no podemos impulsar una educación elitista en competencia con la UPV, que refleja que no se están planteando proyectos para la sociedad.

"No podemos hacer frente al envejecimiento poblacional con la privatización del sistema de cuidados"

"La lucha de Tubacex ha sido un ejemplo en Euskadi, en el Estado e incluso a nivel europeo"

"Han dado un paso atrás (con los parques eólicos) al ver que se atentaba contra la biodiversidad y los pueblos"