La primera fase de los trabajos de renovación del colector de saneamiento de la calle Landaluze en Llodio ya ha terminado. Las obras empezaron el pasado 13 de mayo y han terminado un mes antes de lo previsto. La empresa adjudicataria de los trabajos ha sido Excavaciones Basauri y ha contado con un presupuesto de 162.506,11 euros.

La obra ha supuesto la renovación total de un tramo de 190 metros del colector de fecales, que da servicio a la calle Landaluze. Se han sacado los pozos de registro a la zona de rodadura de vehículos, separado definitivamente las aguas pluviales de las aguas sucias en todo el tramo, anulándose un vertido de fecales existente al arroyo de San Juan, y se ha mejorado la salida de los dos pozos sépticos que dan servicio a los portales 2, 6, 8 y 10 creando otros nuevos.

También se ha renovado completamente la red superficial de recogida de aguas pluviales, mejorando de paso la rasante de los aparcamientos en línea del lado de los números impares, haciéndolos más accesibles y cómodos para los usuarios. Además, se han renovado los cuatro pasos de peatones existentes y el asfaltado de la calle, desde la entrada a la calle Kukullu hasta el inicio de la calle Baia.

La continuación de esta mejora, hacia arriba con una canalización de un kilómetro de largo, en la que está previsto invertir otro medio millón de euros, es una de las obras que ha presentado el Ayuntamiento de Llodio a la convocatoria de ayudas del Plan Foral de Obras y Servicios 2022-23, junto a la mejora del saneamiento y abastecimiento de los barrios de Areta y Ugarte.

En Areta se va a incidir en solventar los problemas de los dos vertidos directos al río que hay ahora entre la conocida como casa rosa y el crucero con “un nuevo colector de 776 metros” que costará 508.000 euros. Por su parte, en Ugarte van a renovar dos tramos “muy deteriorados” de la tubería que lleva el agua desde la depuradora de San Bartolomé hasta el depósito del barrio. El primero de esos tramos enlazará la entrada del parque con el acceso a la casa matriz y el segundo irá desde el frontón hasta el acceso del restaurante Utzine. La renovación asciende a 433.000 euros, y también está prevista la mejora de la propia estación depuradora de San Bartolomé.

No en vano, data de 1976 y, aunque recoge el agua tratada que llega desde el pantano de Maroño, en ocasiones, complementa ese suministro con el que llega de la captación de Bestialdie, en el río Altube, a la altura de Areta. En este sentido, se propone renovar las instalaciones, incluyendo la línea de agua, reactivos, línea de fangos con aprovechamiento del agua de lavado y adecuación de los edificios existentes.

Asimismo, hay previsto realizar una completa renovación de la instalación eléctrica y de control, incluyendo su telemando desde el puesto de control, situado en Izoria. La obra duraría un año y serán necesarios tres meses para redactar y aprobar el proyecto. La obra, con un coste estimado de un millón de euros, se considera absolutamente necesaria para una explotación adecuada, no existiendo otras alternativas que permitan alcanzar los mismos objetivos a menor coste.

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Fue la fecha en la que empezaron estas obras.