La comisión de urbanismo del Ayuntamiento de Llodio dio luz verde ayer al proyecto de construcción de un antzoki en el solar de Altzarrate, en el barrio de Latiorro, pendiente de ratificar "en breve" en la Junta de Gobierno Local para "poderlo sacar a licitación en 2022, con un plazo de ejecución estimado de dos años, y un coste global de entorno a seis millones de euros, incluido equipamiento, con la firme intención de que la obra pueda dar comienzo antes de que finalice esta legislatura, porque es una deuda histórica que tiene este ayuntamiento con la población, desde hace 20 años, y por tanto estratégica y prioritaria de atender", resumió el alcalde, Ander Añibarro.

Respecto al diseño de la nueva infraestructura cultural -que nace con la filosofía de espacio multiusos, que sirva "tanto para ofrecer una programación cultural, siempre desde un modelo de gestión público, como para acoger eventos sociales diversos, tales como congresos de empresas o de asociaciones", subrayó el concejal de Urbanismo, Ander Larrinaga-, no difiere mucho del anteproyecto ya presentado en 2019, y del cual se llevó a cabo una exposición pública, que quiere repetirse.

No obstante, sí salieron a la palestra cuestiones importantes de las que, hasta ahora, no había habido noticia como es la del aparcamiento. De hecho, el equipo de Añibarro anunció que, en el marco del Plan de movilidad urbana sostenible, se está trabajando en un plan integral de accesibilidad y mejora de este entorno, a nivel rodado y peatonal, que sin perder de vista la construcción del nuevo centro de salud en este barrio, dé respuesta "de sobra" a las necesidades que estas dos nuevas construcciones puedan generar.

En este sentido, adelantaron que hay sobre la mesa tres alternativas de ubicación de un nuevo parking en las inmediaciones, cuya localización se está analizando en base a la calidad-precio; es decir, "cuánto cuesta y cuántas plazas nos salen", apuntó el regidor, que aseguró que "en breve" darán cuenta de ello, aunque ahora toca ser "cautos". Asimismo, otro de los planteamientos en esta materia es la mejora de las escaleras mecánicas, con una posible cubrición de las mismas para minorar los fallos que se registran en el mecanismo los días de lluvia, "aunque muchas veces se bloquean, por el mal uso", matizó el alcalde.

En materia de si el Antzoki podrá destinar algunas de sus salas a aulas de ensayo para las agrupaciones locales, desde el equipo de gobierno adelantaron que, una vez construido "habrá que valorar de que espacios disponemos, teniendo también en cuenta los edificios que se están restaurando en el Parque Lamuza por parte del ente foral, y ver cuál es el uso más idóneo para cada uno de ellos". Y es que, recordaron, el antzoki de Llodio "no va a ser el Euskalduna, sino un espacio para ofrecer espectáculos, y los metros son los que son y llegamos donde llegamos", incidieron.

Lo que sí garantizaron es que el multiusos se hará "sí o sí", logren o no ayuda de las instituciones superiores, con las que se lleva hablando hace ya tiempo "porque se trata de un servicio estratégico no solo para Llodio sino para toda la comarca". En este aspecto reconocieron que el coste "da vértigo" porque supone un cuarto del presupuesto anual del Ayuntamiento, "pero es una deuda histórica y necesaria que vamos a atender".

Sobre el cómo arrojó algo de luz Larrinaga, cuando recordó que "siempre se habla de remanente de tesorería y se olvida de que nos queda la opción, permitida por ley para generar nuevas infraestructura socio-culturales o económicas, de tirar de la hucha -bastante grande- del patrimonio municipal del suelo, y procedente de temas tales como la venta que se hizo de varias parcelas de Latiorro. Esta claro que un proyecto de esta envergadura no se hace en base a presupuesto ordinario", enfatizó, reiterando que la intención es que "antes de acabar la legislatura la obra esté ya iniciada".

Por lo que respecta al proyecto en sí -denominado Agora y diseñado por el arquitecto catalán Javier de las Heras Solé- contempla un teatro con 442 asientos, más otra decena reservada a personas con diversidad funcional y movilidad reducida, aunque con la posibilidad de aumentar el aforo hasta los 500 espectadores, ya que las butacas de la zona centro llevarán un sistema retractil que posibilita su retirada, para espectáculos que requieran de un mayor espacio para el público y puedan disfrutarse de pie.

Asimismo, resuelve uno de los principales problemas que podía encontrarse este proyecto: adecuarse a las viviendas del entorno, mediante la creación de una plaza en la cubierta del teatro, para el disfrute de los residentes del entorno, ya que quedará a la misma altura de las viviendas, aunque podrá acceder a ella quien quiera a través de una rampa exterior, que también será una imagen representativa del Antzoki y del municipio.

En este punto, adelantaron que, en paralelo, se quiere trabajar en la imagen de marca del espacio y se está valorando la apertura de un proceso participativo, para que la ciudadanía proponga sus ideas, como se hizo con el logotipo de la agencia de desarrollo local Laudio Hazi.

El proyecto, de igual forma, ya contempla la consecución de un sonido óptimo, en el que ha tomado parte la empresa gasteiztarra que diseñó la sala de espectáculos del centro superior de música del País Vasco, Musikene, en Donostia. En ello tendrá mucho que ver que en la construcción se va a emplear madera, combinada con determinados elementos de acero cortén, y cristal. "La fachada de vidrio podrá usarse para hacer proyecciones, y el edificio -que tendrá una superficie de 1.793 metros cuadrados- también estará dotado de oficina, almacén y camerinos, así como de un bar para el vecindario, cuyo modelo de gestión también se estudiará y hará en paralelo a las obras", enumeraron.