Dicen que no hay nada más fuerte en el mundo que el corazón de quien ayuda. Pero hay actos que por simples que parezcan, también fortalecen el corazón de quién la recibe. El cáncer de sangre, como la leucemia, el linfoma y el mieloma múltiple, o las enfermedades en la médula ósea como la anemia aplástica que es una anemia casi incompatible con la vida, pueden tener cura con tratamientos agresivos como la quimioterapia, pero también con donaciones altruistas de médula ósea. Actualmente son cerca de 16.000 los alaveses, vizcaínos y gipuzkoanos que se encuentran inscritos en el registro mundial de donantes, pero hacen falta más. Hoy se celebra el Día Mundial de Donante de Médula Ósea y sangre de Cordón Umbilical y desde el Centro Vasco de Transfusiones y Tejidos Humanos, su director, Miguel Ángel Vesga, hace un llamamiento para que la ciudadanía se anime a inscribirse en el registro. "Tal vez nunca se les llame porque la médula no sea compatible con la del afectado, pero cuantas más personas se apunten más vidas podremos salvar", dice.

La médula ósea es un tejido indispensable para la vida ya que en él se fabrican las células madre, capaces de producir todas las células de la sangre. Las células madre pueden obtenerse de la médula ósea, de la sangre circulante y de la sangre de cordón umbilical. Para realizar un trasplante de médula con éxito, es necesario disponer de un donante compatible con el enfermo. Debido a las leyes de la herencia, la probabilidad de que un hermano sea compatible con otro es del 30%, según informa Osakidetza, y la de encontrar un familiar que lo sea tan solo de un 5%. Cuando un enfermo que requiere un trasplante no tiene un donante familiar compatible, se inicia la búsqueda de un donante voluntario no emparentado. Las búsquedas de donantes se realizan a través de los registros mundiales de donantes voluntarios siendo el REDMO, el Registro Español de Donantes de Médula Ósea.

Sin embargo, hay miles de donantes que durante toda su vida no son llamados ni una vez, debido a la dificultad de ser compatible con un afecto. Según explica el director, "para ser donante de médula se necesita una identidad genética muy acusada y, por eso, los registros son mundiales porque es muy difícil encontrar una persona en el entorno cercano que tenga una identidad genética suficiente para ser donante". Esta dificultad produce que "las posibilidades de una donación real san escasas a lo largo de una vida de una persona". Y de ahí la necesidad de que el registro mundial de donantes siga creciendo. "Parece que las posibilidades de que una persona termine realizando una donación efectiva son una entre 500 o 1000 más o menos. Esto depende del número de donantes, pero solamente la minoría de esas personas termina realizando una donación efectiva".Perfil del donante

Cualquier persona puede donar médula, aunque existen requisitos. En términos generales, puede ser donante de médula ósea toda persona sana desde los 18 hasta los 40 años, siempre que no padezca ninguna enfermedad susceptible de ser trasmitida al receptor y que tampoco padezca ninguna enfermedad que pueda poner en peligro su vida por el hecho de la donación. "El donante tiene que ser una persona sana, sin enfermedades cardiovasculares importantes, y tiene que tener una buena salud en general", explica. En cuanto a la edad, desde este centro piden que el máximo sea 40 años para dar tiempo al donante a permanecer durante más años útiles en el registro mundial.

Hacerse donante es muy sencillo. Osakidetza tiene un procedimiento establecido para hacerse donante. Por un lado, el interesado tiene a su disposición unos teléfonos de contacto en los que se recogen los datos de la persona que ha solicitado la información. Por otro lado, se envía la información completa y detallada sobre la donación y el proceso a seguir (por correo electrónico o por correo postal). Una vez recibida la información si el ciudadano sigue estando interesado, deberá llamar a los teléfonos indicados para solicitar cita para una entrevista personal con un profesional sanitario experto. "La entrevista es muy importante pues en ella se aclaran las dudas del posible donante sobre el procedimiento de donación", explican desde Osakidetza. Finalmente, si se está de acuerdo y se firma el consentimiento informado, se lleva a cabo una analítica para determinar la salud del donante e incorporar dicha información a los Registros Internacionales, así como para ponerlos a disposición de cualquier paciente que lo precise en cualquier lugar del mundo. Finalmente, la extracción de médula se realizará solo en caso de que algún enfermo en el mundo sea compatible con el paciente.

Uno de los miedos más comunes de la ciudadanía a la hora de realizar este tipo de donaciones es si la intervención será o no dolorosa. En este sentido, Miguel Ángel Vesga explica que la extracción de las células madres necesarias para realizar el trasplante se puede realizar de dos formas diferentes. Por un lado, está la donación de médula ósea bajo anestesia general. Es un tipo de intervención que antaño se utilizaba de manera más habitual que en la actualidad. En este caso, según el profesional, al donante se le extrae una cantidad de médula ósea por punciones aspirativas y requiere de un ingreso hospitalario de un día. No obstante, con los años, y gracias a la evolución en la medicina, actualmente existe una segunda opción, la más común y también más sencilla: en esta opción se administra al donante una medicación inyectable, de forma ambulatoria, durante los cuatro o cinco días anteriores a la donación. La extracción no requiere ingreso hospitalario, se realiza en una o dos sesiones mediante una técnica que se denomina aféresis y la intervención es similar a la de una donación de sangre, simplemente que se puede prolongar durante dos horas.

Por último, el director asegura que cada vez que hacen un llamamiento para la donación de médula ósea también aprovechan la ocasión para hacer un llamamiento para la donación de sangre. Y es que, según comenta, es común que las personas donantes de médula lo sean primero de sangre y se animen después a continuar con otro tipo de donaciones. "Es muy importante que la ciudadanía que se atreva se anime a donar sangre y den ese paso, como es importante también que estén informados de este tipo de donaciones de la médula ósea para que los que quieran se apunten en el registro mundial", dice. Y es que solo una persona de entre 500 o incluso mil personas será requerida después para hacer la intervención que le ayude a salvar una vida, ya que la incompatibilidad en la médula ósea es frecuente.

Ambas donaciones son indoloras y seguras para el paciente y en poco rato finalizan las intervenciones. Sin embargo, se trata de actos que "para muchos enfermos puede suponer la vida". "Animo a las personas a que comiencen a donar sangre, estas donaciones van muy unidas a la de donantes de médula ósea, quien dona la primera puede acabar ayudando también con su médula". En números, en Euskadi cada cinco minutos una persona necesita una transfusión de sangre, según datos que maneja el Departamento de Salud del Gobierno Vasco. La necesidad de sangre es constante, cada día, los hospitales y clínicas "necesitan sangre para atender a sus enfermos, ya que la mayoría de las intervenciones quirúrgicas y muchos de los tratamientos médicos requieren transfusiones".