El programa de agricultura regenerativa de EIT Food comenzó el año pasado con una experiencia piloto. Resultó positiva, de modo que este 2021 ya se ha puesto en marcha en España, Italia y Portugal. Es un programa a medio-largo plazo, cuyos resultados se ven en al menos un plazo de dos años, explica el responsable, Philip Fernández, de EIT Food, organismo que forma a agricultores y ganaderos en cursos de dos o dos días y medio. De ahí se seleccionamos a algunos productores para un asesoramiento de tres años. El primero es gratuito. "No es algo sencillo. Es complicado aplicarlo a tu geografía concreta", señala.

Al principio, la agricultura regenerativa tienen una menor productividad, en torno al 5%, pero sólo a corto plazo. "Es algo que estamos tratando de cuantificar". Sin embargo, al final, en vez de un cultivo hay dos o tres. Es decir, no sólo cereal, sino también frutales, por ejemplo, y otros productos. Además, con la agricultura regenerativa bajan los gastos y suben los ingresos, según Philip Fernández.

"Estos productos no son más caros. No existe una etiqueta de regenerativo, como sí existe un sello de ecológico, pero sí se puede certificar la absorción de emisiones de CO2, que se puede vender a emisores", señala. "La agricultura regenerativa es minoritaria aún; por eso, estamos tratando de hacer casos de negocio y en dos años esperamos demostrar que es más rentable", sostiene el responsable.

Impacto en el suelo

El programa de agricultura regenerativa se desarrolla en España y algo en Italia. En total, ha formado a 90 productores, de los que ha seleccionado a 33. De ellos, 30 en España y tres en Italia. Y este año también se hará en Portugal y Polonia. En Euskadi hay tres productores que están formándose. Son dos ganaderos y un agricultor de Bizkaia y Gipuzkoa.

Además, el programa colabora con Neiker midiendo una serie de parámetros, como la calidad de la leche y el impacto en el suelo. "Aún es pronto para ver el impacto en el suelo, hasta dentro de un año no se podrá comprobar", prevé.