- La comarca ayalesa es la beneficiaria de 124.465,51 euros de los 369.000 (89.000 más que el pasado año) que el Servicio de Patrimonio histórico-arquitectónico de la Diputación ha resuelto conceder este año para abordar 19 proyectos de conservación y restauración de elementos menores, ermitas y edificios en las entidades locales de toda la provincia alavesa y el enclave de Trebiño, y con ello certificar el compromiso del citado departamento con “nuestro patrimonio arquitectónico, especialmente ahora en la salida de esta crisis”, subrayó la diputada de Cultura, Ana del Val, que recordó que la partida ya subió el año anterior otros 77.000 euros, por lo que en dos años ha aumentado un 45%.

En Aiaraldea se van a afrontar cinco intervenciones, entre las que destaca por el importe subvencionado (60.000 euros) la rehabilitación y puesta en valor de la bolera de Beotegi en Menagarai; aunque una de las más esperadas en el valle, y más concretamente, en el municipio de Llodio, es la consolidación de la ruina y puesta en valor del caserío Etxebarri, para cuya redacción de proyecto y obra se ha confirmado una ayuda de 53.194,46 euros. No en vano, pese a su estado de ruina, es un bien cultural histórico con categoría de monumento en el inventario general del patrimonio cultural vasco, que el Ayuntamiento laudioarra ha manifestado en diversas ocasiones su intención de mantener y que, en un futuro, pueda ser una haurreskola, como quedó plasmado en el plan de legislatura.

Para ello, aún queda mucho trabajo por delante “primando su estado de conservación”. Algo para lo que ya en 2016 se invirtieron 144.00 euros en la fachada, además de un proyecto para proteger la pared, así como otros 21.000 euros en la consolidación de las pinturas murales que todavía quedan en el edificio y las causantes de su singularidad y necesidad de protección.

Y es que, este baserri, construido en 1575 y ubicado en la zona de Goikoplaza, sufrió un incendio en septiembre de 2009, aunque para entonces se encontraba seriamente deteriorado, dado su abandono durante varios años. El fuego terminó por destruir el tejado, pero puso al descubierto las citadas pinturas datadas en el siglo XVI, que corresponden a imágenes renacentistas, con el añadido de que se encuentran en un edificio de uso civil, cuando lo habitual en estos casos es encontrarlas en inmuebles de carácter religioso.

Las policromías, calificadas por el propio Gobierno Vasco como excepcionales, se han atribuido al maestro Juan de Armona, pintor alavés con taller en Orduña, especialista en pinceladura de iglesias. Los colores que predominan en los dibujos, realizados sobre doble capa de yeso, son rojos, ocres y negros, aunque hoy en día son ya casi imperceptibles, y de ahí que urja la intervención.

Otros proyectos en materia de conservación patrimonial en la comarca de Aiaraldea para las que se ha logrado subvención foral (la inversión será mucho mayor, ya que la parte asumida por la Diputación suele rondar el 60% del coste total) son la rehabilitación de la ermita de San Sebastián en la localidad ayalesa de Añes (2.904 euros de subvención), así como la consolidación estructural y estudio del maderamen de la ermita de Santa Cruz de Gardea (1.919,47 euros), y la redacción de un estudio arqueológico, junto con la entibación y excavación, de la nevera de Obikola o San Antonio (6.447,58 euros).

Encerados negros. Las escuelas de Llanteno se han colado por segundo año consecutivo en el listado de subvenciones confirmadas por el departamento foral de Cultura. En este caso, dirigidas a conservar y restaurar bienes histórico-artísticos propiedad de juntas administrativas y ayuntamientos de Álava. En concreto, la ayuda asciende a 3.184,72 euros y servirá para devolver su esplendor a un juego de dos muebles contenedores de encerados para la docencia, que formaban parte del mobiliario. Tenían varias denominaciones, como pizarra o pizarrón, o como encerado, y se trataba de una superficie de escritura reutilizable en la cual los textos y las figuras se dibujan con tiza y se podían borrar para reescribir de nuevo. El encerado con que nos encontramos está realizado con tela de yute preparada como pizarra, en color negro y sujeto con un marco de madera a un mueble similar al utilizado para los mapas restaurados el pasado año.

Ayala. La comarca ayalesa es la beneficiaria de 124.465,51 euros de los 369.000 (89.000 más que el pasado año) que el Servicio de Patrimonio histórico-arquitectónico de la Diputación ha resuelto conceder este año para abordar 19 proyectos de conservación y restauración de elementos menores, ermitas y edificios en las entidades locales de toda la provincia alavesa y el enclave de Trebiño.

Incremento. La Diputación recuerda que la partida ya subió el año anterior otros 77.000 euros, por lo que en dos años ha aumentado un 45%.

Bolera de Beotegi. En Aiaraldea se van a afrontar cinco intervenciones, entre las que destaca por el importe subvencionado (60.000 euros) la rehabilitación y puesta en valor de la bolera de Beotegi, en Menagarai. No obstante, una de las más esperadas en el valle, y más concretamente, en el municipio de Llodio, es la consolidación de la ruina y puesta en valor del caserío Etxebarri.

“Certificamos nuestro compromiso con el patrimonio arquitectónico”

Diputada de Cultura de Álava