El Pleno de este mes en el Ayuntamiento de Llodio tiene en su orden del día una propuesta del grupo municipal Omnia que insta a realizar un plan de protección del arbolado urbano, que incluya al menos tres fases: la de inventario, un diagnóstico del estado de los ejemplares y, por último, el plan de actuación en sí. Y es que -según explican desde Omnia- “en los últimos años, la caída y tala de árboles se está convirtiendo en un hecho recurrente en nuestro municipio”.

Una situación que “se debe la mayoría de las veces al mal estado del propio ejemplar y que puede poner en peligro la seguridad de la población”, subrayan; al tiempo que recuerdan que, aunque esta cuestión se ha tratado en muchas ocasiones, “todos y todas sabemos de ejemplos, como el árbol que se taló en las cercanías de la propia Herriko Plaza, junto a la iglesia, y del cual nos queda como recuerdo, un tocón, o la más reciente caída de una enorme rama en el parque de Lamuza, en una zona muy cercana al parque infantil”.

En este sentido, desde Omnia consideran que hay que plantear soluciones constructivas para abordar esta problemática y que es necesario realizar un plan de protección del arbolado urbano, partiendo de la realización de un inventario de los ejemplares que se encuentran tanto en las zonas verdes, como en aceras, paseos y demás. “Por cada árbol inventariado se realizará un estudio fitosanitario y una estimación de riesgos, para poder así determinar en qué casos debe mantenerse el árbol íntegro y en cuáles ha de ser eliminado en parte o en su totalidad”, plantean.

A esta labor le seguiría una segunda fase, en la que se realizaría un análisis de la integridad estructural de los pies de mayor valor en los que se observen problemas, para determinar el alcance y grado de riesgo de rotura y derribo, y poder tomar las medidas necesarias para tratar de preservar los ejemplares mediante saneamientos, podas dirigidas, u otros. “Así evitaremos accidentes no deseados y cuidaremos de forma activa de nuestro entorno”, matizan.

Asimismo, desde Omnia proponen que dicho plan incluya un proyecto de reposición del arbolado eliminado; es decir, que se realicen plantaciones de árboles previendo los que se vayan a sustituir. “Por cada árbol que se tale se plantará, al menos, uno nuevo”, ponen de ejemplo.

Además, dicho inventario también servirá para realizar una clasificación y puesta en valor del patrimonio forestal urbano del municipio y elaborar un catálogo público del mismo. “Se nos olvida en muchas ocasiones que el patrimonio de nuestro municipio no está solo formado por las infraestructuras de las que disponemos. Nuestras zonas verdes y nuestro arbolado, también son una parte muy importante de nuestro patrimonio”, apostillan desde Omnia.