La Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) ha constatado en las últimas campañas una mejora en la formalización de contratos y en los plazos de pago entre los distintos eslabones de la cadena del sector del vino, aunque aún se dan casos de pagos por debajo de costes de producción, como han denunciado las organizaciones agrarias. Por esta razón, ante el inicio de la vendimia, la AICA advierte de que se trata de una excelente oportunidad de seguir avanzando y anima a los operadores que detecten incumplimientos de la Ley de la Cadena Alimentaria a que pongan las correspondientes denuncias.

La AICA, a quien corresponde velar por las relaciones comerciales y los intereses de los distintos operadores que intervienen en la cadena alimentaria, y tiene la misión de controlar el cumplimiento de la ley de la cadena, ha realizado desde 2015 casi un millar de controles en el sector vitivinícola. En concreto, 656 inspecciones a viticultores y a las ventas que realizan a los bodegueros, y otras 275 en bodegas para analizar tanto las compras a sus proveedores como las ventas a sus clientes. Una de las consecuencias de estos controles es el continuo proceso de mejora en la contratación, aunque persisten aún en la cadena vitivinícola ciertas deficiencias en la fijación del precio de los contratos, especialmente en los momentos iniciales de las campañas.

Por ello, ante el inminente inicio de la vendimia, la AICA hace un llamamiento al sector y recuerda que, de acuerdo a la Ley de la Cadena Alimentaria, es obligatoria la formalización de un contrato por escrito antes de la entrega de la uva de vinificación y que el viticultor conozca previamente el precio, que debe ser abonado en el plazo máximo de un mes desde la fecha de entrega. No formalizar contratos y pagar fuera de plazo suponen una infracción grave de la Ley de la Cadena Alimentaria. Además, desde la introducción el año pasado de las medidas de reforma de esta norma, los precios de venta en el primer eslabón no pueden estar por debajo de los costes de producción, que es una de las principales demandas del sector Primario.

La agencia juega un papel clave para el establecimiento de unas relaciones comerciales justas y equilibradas en el sector agroalimentario. Su papel se verá reforzado además con la nueva Ley de la Cadena Alimentaria, actualmente en tramitación parlamentaria. Para ser una herramienta útil y eficaz, la AICA requiere la colaboración e implicación de todos los agentes interesados, por lo que anima a los operadores que detecten anomalías en el cumplimiento de la ley a denunciarlas. La AICA, dependiente del Ministerio de Agricultura, impuso 269 sanciones durante el primer semestre del año a nivel nacional, la mayoría de ellas (180, un 67%) por incumplimento de los plazos de pago.