- El Servicio de Salud Pública del Ayuntamiento de Vitoria informó ayer que, tras llevar a cabo una inspección sanitaria en múltiples locales hosteleros de la ciudad, “prácticamente todos los establecimientos siguen las pautas recomendadas sobre la limpieza y desinfección en las zonas de uso público para prevenir la pandemia”. Aún así, también señalaron que dos de cada diez negocios presentaron deficiencias que requerían de un seguimiento. La labor de inspección, tradicionalmente vinculada a las fiestas, se ha mantenido como parte de los programas de protección de salud de la ciudadanía. En ella se han visitado 50 locales de gran afluencia del Casco Viejo y Centro, junto a los cuatro puestos de alimentación ubicados en las áreas de barracas en Salburua, Lakua-Arriaga y Zabalgana.

El plan comenzó con dos objetivos en mente: primero, verificar que el establecimiento dispone de la ventilación adecuada para reducir una eventual transmisión del covid-19, la correcta limpieza y desinfección de las instalaciones, superficies y equipamiento, junto al correcto uso de la mascarilla y de medidas de organización para respetar la distancia de seguridad. Además, se examinó que los geles hidroalcohólicos estuviesen dispuestos, los alimentos en barra correctamente protegidos y conservados y si se realizaba autoservicio por parte de la clientela, entre otros aspectos. Por otro lado, de manera más general, también se efectuó la inspección de equipos y utensilios, de aseos para el público, de higiene personal, de higiene de los productos y procesos, de exposición de los alimentos, de limpieza y desinfección, de plagas y basuras.

Tras analizar los resultados, se destacó la detección de “una relajación por parte de los clientes en el uso de la mascarilla mientras no se consume”. Adicionalmente, se comprobó una “notable mejoría en la protección de los pinchos” porque “todos los establecimientos exponen los pinchos protegidos”, pero señalaron que deben mejorar las condiciones de refrigeración. Desde la casa municipal informaron que en las visitas se han encontrado “deficiencias de carácter leve” en 11 establecimientos, junto otros “aspectos a mejorar como la información y gestión de los alérgenos y la identificación de los alimentos que se conservan tras haber sido manipulados en el establecimiento”. En las tres churrerías de las zonas de barracas, “se instaló agua potable corriente y en una de ellas, además, se protegieron los churros expuestos al público”. Por otro lado, en el puesto de vino añejo no se observaron deficiencias higiénico-sanitarias.