La Confederación Hidrográfica del Ebro retoma a partir de hoy los trabajos de conservación de la cuenca del río Zadorra, cuya finalidad es la de reducir los riesgos por desbordamientos en situaciones de crecida. Ese proyecto que se reactiva después de de un parón establecido por las condiciones medioambientales y por el periodo de cría del visón europeo, invertirá en estas mejoras un total 235.615 euros.

Las labores se retoman en el río Bayas, en Miranda de Ebro (Burgos), en una intervención coordinada con el ayuntamiento de la localidad. Las intervenciones se centran principalmente en la retirada de taponamientos generados y la reposición de erosiones en los márgenes de la ribera.También se eliminará la vegetación seca y se retirarán los ejemplares semi caídos que puedan provocar daños en los desagües, aumentando el riesgo de desbordamiento.

Las actuaciones se realizarán en los términos municipales alaveses de Iruña de Oca y Vitoria y en varias localidades de la provincia de Burgos, tal como, la Puebla de Arganzón, Condado de Treviño y Miranda de Ebro.

Miranda de Ebro

Los primeros trabajos de agosto comenzarán en las proximidades de la planta Polynt Composites donde más afecciones existen y se centrarán en una intervención solicitada en coordinación con el ayuntamiento de la localidad, para solventar el problema que sufre este cauce desde hace años en la zona del puente del Ferrocarril y la desembocadura en el Ebro.

En concreto, se retirarán de forma selectiva los chopos canadienses destinados a la producción de madera que se plantaron hace unos años dentro del Dominio Público Hidráulico sin autorización. Con ello, se busca minimizar el riesgo de caídas encima de las infraestructuras y de las líneas eléctricas de la zona, además de evitar que puedan aparecer situaciones de peligro para los viandantes.

Los trabajos respetarán todas las especies autóctonas que hay en la ribera del Bayas y que cuentan con todos los permisos ambientales: sauces, chopos autóctonos, fresnos, saúcos, entre otros.

Ebro Sostenible

Este proyecto responde a los principales ejes de acción de la CHE definidos para un EBRO Sostenible. El eje 4 consiste en renovar la visión de la dinámica fluvial que recoge la necesidad de incorporar nuevas medidas ambientales e implantar caudales ecológicos y devolver a los ríos el espacio que necesitan.