El agente Luis Eduardo Izquierdo, un policía local segoviano destinado en Valladolid, falleció el pasado jueves, con apenas 40 años y tras tres días ingresado, como consecuencia de las fatales heridas que sufrió el lunes, en pleno acto de servicio, cuando acudía a un tiroteo en el barrio de Pajarillos de la capital vallisoletana. Por desgracia, un coche se cruzó en su camino y chocó contra él cuando iba de camino.

Desde entonces, los actos de homenaje no han parado de sucederse. En la Plaza Mayor de Pucela, por ejemplo, autoridades y compañeros le han rendido un sentido tributo a este policía "ejemplar", guardando un minuto de silencio que ha acabado entre aplausos y sirenas de los coches patrullas y de las motos, como las que el propio Izquierdo conducía.

Sus antiguos compañeros de Vitoria han hecho lo propio dedicando a este agente, al que la ciudad de Valladolid ha decidido entregar, a título póstumo, la Medalla de Servicio, la máxima distinción que concede a los agentes de su guardia urbana, unas sentidas palabras a través de su cuenta de Twitter, como muestra de que "tampoco te olvidan".