- La Cofradía de la Virgen Blanca ha presentado su revista LaHornacina, que alcanza este año su duodécima edición. Esta revista, en palabras del abad, Ricardo Sáez de Heredia, tiene una vocación abierta a toda la ciudad de Vitoria-Gasteiz. La presentación corrió a cargo de la documentalista y directora de la publicación, María Camino Urdiain, quien hizo un repaso de los artículos de la edición del presente año.

La revista repasa en 2021 la Historia, pero conectada con el presente. Así, en sus páginas se pueden encontrar artículos como el que recoge la “enfermedad epidémica en la historia alavesa”, o los vínculos entre la Virgen Blanca y el centenario Deportivo Alavés; así como artículos con nombre propio como el testimonio del cirujano Alberto Gil Iriondo, el que versa sobre la figura de José Mardones, o el del recuerdo al que fuera abad de la Cofradía, Joaquín Jiménez, que habría cumplido en 2021 cien años.

Además, en esta edición La Hornacina publica un repaso al patrimonio artístico y documental de la Cofradía, el testimonio de los portadores de los faroles con el protagonismo en esta edición del 5º Misterio Glorioso, “las nuevas aleluyas” y la historia de la cuadrilla de Los Desiguales.

Además de todos estos temas relacionados con las fiestas patronales, la revista repasa el centenario de la declaración canónica de la Blanca como patrona; y en la vocación de apertura a otras realidades vitorianas en este número se hace presente el Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Álava (ICOMA), que cumple 120 años en 2021.

El acto de presentación de la revista La Hornacina contó con la presencia de varios representantes institucionales y algunos de los colaboradores de la revista. María Camino Urdiain cerró el acto, celebrado en los locales del Museo de los Faroles de la calle Zapatería de la capital alavesa, con el deseo de eliminar en el número del próximo año el aviso de la suspensión de los actos y cambiarlo por el de la recuperación de las tradiciones.

De hecho, por segundo año consecutivo la Cofradía ha tenido que suspender la Procesión de los Faroles, de clara vocación popular y que con la pandemia no habría podido desarrollarse de forma plena.