"La cosecha media de cereales en Álava será la de un año normal", anticipa José Luis Fresno, director comercial de la cooperativa Garlan, un colectivo de más de 600 agricultores dedicados al cereal y las legumbres así como a la producción de semillas de calidad.

En un rápido análisis, Fresno comenta que "hay variaciones entre parcelas y momentos de siembra". "En el mes de abril, que fue muy seco, las siembras tardías afectaron de manera muy, muy importante los cultivos y por eso sí que hay diferencias, en cuanto a rendimientos, entre unas y otras parcelas, aunque la media es decente", remarca. También subraya Fresno que las últimas lluvias, sobre todo en los meses de mayo y junio, que "fueron un poco excesivas para lo que son los rendimientos y calidades del cereal", pueden afectar de alguna manera a las calidades, sobre todo a algunos de los parámetros, como puede ser la proteína, "aunque todavía estamos pendientes de los resultados que se recojan".

Analizando los diferentes cultivos que se realizan en el territorio alavés, resulta evidente que hay algunos que, de alguna forma, van más avanzados en cuanto a cosecha y otros que van más retrasados, en función de las zonas. Con los datos de la cooperativa en la mano, la colza, por la zona de Valles Alaveses, va por un 40/50% y en la zona de la Llanada y resto con un 5%, una cifra testimonial.

En cuanto a la avena, se ronda ya el 20/25% de cosecha, un porcentaje aceptable, a pesar de que el desarrollo vegetativo no era el esperado, lo acostumbrado, por parte de los agricultores. Del trigo, lo que se ha cosechado "es testimonial, muy testimonial", con lo cual no es nada representativo ni en cuanto a calidad, ni cantidad. Y de la cebada hay dos tipos: las que son de invierno, que son unas siembras más tempranas, y las de primavera, entre las que es cierto que, con las protecciones que se hacen a la semilla, se van anticipando las siembras, "y los resultados, en cuanto a producción, están siendo bastante aceptables".

Del resto de cultivos, los guisantes son todavía testimoniales, no se ha comenzado con la recolección de habas y el girasol está todavía vegetando. Para este último, las condiciones climatológicas de este momento son buenas para su desarrollo, pero el responsable de Garlan comenta el importante problema que causaron las aves en los cultivos de girasol: "Es cierto que hubo muchos problemas en la nascencia porque los pájaros lo devoraban, se comían las semillas. Según iban sembrando los agricultores, los pájaros iban detrás comiéndolas y en muchas fincas hubo que replantar".

En cualquier caso, en general, la cosecha, en volumen, será en cantidad inferior a la del año pasado, que fue bastante buena, pero la de este apunta a priori una cosecha normal en cuanto a cantidad. De los demás cultivos, legumbres, "aún debemos esperar un poco para poder valorar sus cantidades", según Fresno.

En cuanto a los precios, la dinámica a nivel nacional está mejor que el año pasado. Fresno afirma que "los precios se componen de 365 días al año, que son los que se comercializan". Y recuerda que "el año pasado comenzamos a niveles de suelo/subsuelo, es decir, muy bajos, pero se terminó bien. Y sobre este año podemos decir que son razonables. Hemos empezado mejor que el año pasado, que fue un auténtico desastre, aunque terminó bien". Y es que con estos productos "hoy hay unos precios y en un mes han cambiado radicalmente". La volatilidad de los precios es extrema en su opinión "y ahora podemos decir que estamos en el mercado climatológico: si en Canadá o EEUU hay una ola de calor, se disparan los precios".

Lo que resulta llamativo es que la realidad cerealista de Álava no sea bien conocida por el gran público. El responsable de Garlan afirma que "los cultivos extensivos, el cereal, es el gran olvidado por la sociedad. Y eso hay que decirlo y repetirlo". Y aporta datos: el año pasado la cooperativa comercializó 220.000 toneladas de cereal. Gran parte de ese cereal, en el caso de la cebada, va para la producción de cebada-malta. Casi el 10% de la cebada-malta que se utiliza en el país para la fabricación de cervezas se produce en Álava. Es decir, "que no producimos cereal, sino cereal de calidad".

En el tema de la avena sucede exactamente lo mismo: Garlan hace avenas para consumo animal, pero también para consumo humano: para barritas energéticas, para copos... Sin embargo, "el cereal es el gran ignorado. La razón es que como este producto no se consume directamente, la sociedad parece que dice ¡bah!, porque se siega, se mete en un montón y ya está". Y menciona que en el tema de los trigos, "lo trabajamos para la alimentación animal, para pienso, pero también para consumo humano, para fabricar harina para posteriormente elaborar pan".

Además de todos estos cultivos, Garlan también es una entidad muy importante en el tema de la producción de semillas de calidad. "Somos una entidad muy potente a nivel del Estado, siendo Álava como es, una gotita de agua en el océano, ya que la superficie es pequeña". Fresno cree que el viñedo "evidentemente" es importante y que también da imagen, pero recuerda que "son 12/14 mil hectáreas frente al resto de hectáreas de Álava". Y desgrana que no se debe olvidar de que "el cereal no solo es la producción, sino lo que supone de forrajes para el sector ganadero. Es decir, que se genera más actividad en la agricultura y la ganadería y es lo que forma parte del paisaje agroganadero de la provincia", recuerda.