- En la última sesión plenaria del actual Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada (DOC) Rioja, ya que el próximo lunes toman posesión los nuevos vocales y el nuevo presidente, se ha aprobado el documento de las Normas de campaña que regularán la campaña de 2021. Como principal novedad, en la próxima vendimia se permitirá la entrada en bodega de un volumen equivalente al 100% de los rendimientos establecidos por las normas de la Denominación, lo que supone 6.500 kilos por hectárea para uvas tintas, y 9.000 por hectárea para blancas, y un rendimiento de transformación del 70%.

De esta manera, en el caso de las uvas tintas, el máximo amparable será del 95%, es decir, de 6.175 kilos por hectárea, mientras que el 5% restante (325 kilos) podrá destinarse a stock cualitativo o a vino común si dicho stock no queda formalizado. En el caso de las uvas blancas, el máximo amparable será también del 95%, es decir, de 8.550 kilos por hectárea, destinándose el 5% restante (450) a vino común.

La formalización del stock regulador deberá efectuarse antes de la vendimia y en todo caso antes del 1 de septiembre; de renunciarse a amparar dicho stock en los tres años siguientes, el inventario solo podrá destinarse a destilación. Como novedad para la campaña 2021, si el stock no hubiese sido amparado a partir de 2024, también tendría que ir a destilación. En lo que se refiere al rendimiento de transformación, la ratio para este año se fija en 70 litros de vino por cada 100 kilos de uva.

En la sesión plenaria se debatió también una propuesta de potenciación y valorización de los viñedos viejos y centenarios de la Denominación, la cual ha quedado aprobada por unanimidad.

Todas las organizaciones presentes en la reunión han convenido que los viñedos viejos y centenarios constituyen un elemento distintivo y diferenciador de la Denominación de Origen Calificada Rioja, el cual debe ser protegido y potenciado. En este sentido, se ha acordado que con carácter transitorio y hasta el año 2030 se considerarán viñedos viejos aquellos plantados en el año 80 o anteriores, mientras que partir de ese año lo serán aquéllos con 50 años o más, con el fin de hacerlo concordante con la edad de referencia de las ayudas de las comunidades al viñedo viejo.

Como parte del plan acordado, se llevará a cabo una batería de medidas entre las que destacan la elaboración de un registro de viñedos viejos y centenarios, su georeferenciación y señalización, la aplicación de una reducción transitoria de la cuota del Consejo Regulador sobre la producción de estos viñedos, el desarrollo de actividades formativas para viticultores dirigidas a optimizar su manejo y preservación, y el fomento del uso de las menciones correspondientes en el etiquetado de los vinos así como su puesta en valor mediante acciones de comunicación y promoción específicas.

Por otro lado, el Consejo Regulador propondrá a las administraciones competentes, que parte de los fondos de reestructuración se utilicen para primar este tipo de cultivo, y que se empleen más recursos de los planes de desarrollo rural en la parte medioambiental para incentivar la conservación de estas parcelas.

Como es conocido, la Diputación Foral de Álava cuenta desde hace unos años con un programa específico de apoyo a estos viñedos centenarios o viejos. Hace ahora un año, el diputado general de Álava, Ramiro González, destacaba los viñedos viejos por “ser parte fundamental del conjunto productivo de Rioja Alavesa que lo diferencia del resto de la Denominación de Origen Rioja”.