¿De qué manera se puede alcanzar el equilibrio entre la necesaria producción de renovables y el consumo de suelo o la protección de espacios naturales, habida cuenta de que a día de hoy apenas llegamos al 8%?

-La ley del cambio climático entró en vigor el pasado viernes y va a ser necesaria la producción de energías renovables, pero no a cualquier precio. Es un proceso en el que tendremos que respetar los marcos legales y la biodiversidad. Lo mismo ocurre con la ocupación de suelos.

¿En qué medida pueden las pequeñas explotaciones, como las comunidades energéticas locales, contribuir a ese aumento de la producción limpia?

-Sólo para abastecer las necesidades energéticas del ámbito residencial, los domicilios, necesitaríamos un número ingente de comunidades energéticas. Estamos excluyendo los tejados o cubiertas de los edificios; por lo tanto, pueden ayudar pero las necesidades de consumo son mucho mayores. Y eso teniendo en cuenta que el consumo doméstico en Álava representa sólo el 13% del consumo total de energía del territorio.

¿Qué papel va a jugar la iniciativa privada en esa expansión de instalaciones renovables?

-Son las empresas, la iniciativa privada, las que tienen el conocimiento y la tecnología y, por lo tanto, juegan un papel fundamental en el proceso de transición energética. A las empresas les corresponde la inversión y puesta en marcha de los proyectos dentro del marco legal, y a la Administración velar por que se cumpla la normativa ambiental y de ocupación de suelo.

¿Podemos aspirar a que para 2030 no solo aumente la producción de renovables, sino que también se reduzca el consumo industrial, doméstico y de transporte? ¿De qué manera contemplará la estrategia Klima Araba 2050 la concienciación ciudadana?

-Tenemos la obligación legal y moral de caminar hacia una transición energética que en el año 2030 nos lleve a que el 42% del consumo energético en Álava proceda de fuentes renovables. Y no sólo eso, además el 74% de la energía que se produzca en el territorio tiene que venir de fuentes renovables. Y este recorrido no lo podemos hacer solo desde las instituciones. Es un esfuerzo del conjunto de la sociedad, la ciudadanía y las empresas.