Cargos públicos del PP de Álava han ascendido este sábado hasta la cruz de Olarizu, en Vitoria, para reivindicarla como "símbolo de todos los alaveses" y mostrar su apoyo a un "símbolo popular". Además, han advertido que la propuesta de su derribo "va en contra del sentir de la inmensa mayoría".El presidente del PP de Alava, Iñaki Oyarzabal, ha defendido así que "la cruz de Olarizu pertenece a todos los vitorianos, es un símbolo de la ciudad y es de todos los alaveses".

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A su juicio, los ataques que ha recibido son un "despropósito" y ha recordado que la cruz de Olarizu fue erigida para conmemorar la Santa Misión que tuvo lugar en Vitoria entre el 4 y el 18 de noviembre 1951, fue sufragada por suscripción popular y concebida como un monumento exclusivamente religioso, que se convirtió desde entonces en "símbolo de la ciudad y protagonista de las romerías populares del final del verano"."La propuesta de su derribo va en contra del sentir de la inmensa mayoría. Detrás hay un intento de atacarla como símbolo religioso, y desde el PP vamos a pelear para que aquí nadie tenga que pedir perdón por defender sus propias convicciones", ha añadido.

Además, el presidente del PP de Alava ha apostado por "preservar símbolos y referencias del acervo popular de la historia y tradiciones, a las que no se puede dar la espalda por la imposición de una minoría".