El diputado general de Álava, Ramiro González, inauguró ayer la segunda vía ferrata en Sobrón, que ha sido bautizada como Harri Gorri y que permitirá descongestionar la que estaba funcionando con notable éxito de escaladores en la misma zona.

Acompañado por Javier Uriarte, alcalde de Lantarón y presidente de la Cuadrilla de Añana, así como representantes de otras instituciones, ya que la nueva zona de escalada ha estado apoyada por la institución foral, la Cuadrilla y los Departamentos de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente y de Turismo, Comercio y Consumo de Gobierno Vasco, González destacó en su intervención que “es un reto conseguir para la Diputación que los visitantes se acerquen a nuestros pueblos este verano”.

Tras conocer los detalles de la nueva vía ferrata, resaltó que ese “nuevo itinerario vertical y horizontal que incluye una espectacular instalación, donde destacan tres puentes tibetanos y un recorrido de dificultad K5 resulta espectacular”. “Casi medio kilómetro donde las personas aficionadas a estas vías pueden disfrutar de una experiencia única en plena naturaleza”. E invitó “a conocer este tesoro turístico, en nuestra Álava. Sobrón tiene que recuperar lo que fue. ¡Bienvenida esta apuesta por el turismo activo y de naturaleza que se hace en la Cuadrilla de Añana!”.

Para el diputado, “el reto es que sigan viniendo, lo cuenten y vengan más. Para eso necesitamos infraestructuras hoteleras y hosteleras. En el sector del patrimonio y del turismo está en gran parte el futuro de la comarca y esta vía ferrata nos ayudará”.

Por su parte, Javier Uriarte destacó que “esta segunda vía ferrata viene a reforzar la apuesta por el turismo activo y de naturaleza que se hace desde la Cuadrilla de Añana” y señaló que “nos alegra especialmente poder inaugurar esta vía en un momento tan complicado, cuando la pandemia continúa afectándonos a todas y todos y en especial al sector turístico”.

EXPERIENCIA ÚNICA

Al igual que ya ocurriera con la primera vía ferrata de Sobrón, esta segunda permite disfrutar de una experiencia única, “en busca de adrenalina, libertad y máximo disfrute en un entorno perfecto” para dar respuesta a una demanda creciente de turismo no masificado y seguro. De hecho, la vía ferrata se ha posicionado, desde su inauguración en 2017, como un recurso con gran capacidad de atracción y que ha servido para impulsar tanto las

visitas a la comarca como su desarrollo económico.

La nueva vía sube sobre los escarpados riscos que hay tras el meandro antes de llegar a Sobrón y terminan muy cerca del viejo esqueleto del balneario y de las instalaciones del Museo del Agua, con una longitud total de 460 metros y con importantes dificultades que exigen cerca de tres horas para completar el recorrido.

Este nuevo itinerario vertical y horizontal, ubicado a apenas 100 metros de la primera vía ferrata y diseñado por Luis Ángel Rojo Gorri, presente en la inauguración, cuenta con un recorrido técnicamente alto con una dificultad de K5. Esta calificación equivale a “muy difícil” en la escala internacional Hüsler, utilizada para medir la dificultad de una vía ferrata.

Por tanto, no es apta para cualquiera, sino que se trata de una actividad técnica y deportiva, que requiere de una buena condición física y de ciertas habilidades de escalada y destrepe. De hecho, está recomendada para mayores de 14 años y una altura mínima de 1,60 m.

En abril de 2017 la diputación y el resto de instituciones inauguraron la primera vía ferrata en Sobrón. Desde entonces se ha convertido en un lugar de gran demanda para escalar, lo que ha llevado a poner en marcha esta segunda vía. Debido a sus muchas dificultades, que son un reto para los escaladores, en esta se han incluido dos vías de escape para poder finalizar antes si así lo quiere el escalador.