- Tras más de un año de extrañas gesticulaciones para saludarse o mostrar el afecto a consecuencia de las normas sanitarias, un vino y el arte de presentar el queso se han dado la mano en una experiencia novedosa.

Flores de Queso es un proyecto en apoyo al mundo del queso artesano nacional que nace poco antes del confinamiento, cuando al conocido Jardinero de los Quesos, Santiago Mohedano, se le ocurre disfrutar del Queso de una manera diferente por su corte en flor con una herramienta denominada girolle y las distintas variedades que crea con sus maridajes. Un arte con el que logra, por ejemplo, con solo dos quesos de las muchas variedades que ha seleccionado, realizar hasta 250 flores de queso diferentes al instante. A ello se suma el empleo de cucuruchos con diversos sabores y aceites esenciales de arbequina y arróniz con lo que logra un amplio abanico de posibilidades, aromas, gustos y sabores.

Por su parte, Duquesa de la Victoria es un proyecto novedoso y único en el mundo del vino de Bodegas Valdelana, de Elciego, desarrollado durante tres años junto a un laboratorio de Nuremberg en Alemania. Este proyecto conjunto es un homenaje a la mujer valiente y luchadora, pilar fundamental de todas las explotaciones agrícolas.

Doña Jacinta Martínez de Sicilia y Santa Cruz, Duquesa de la Victoria, conoció al General Baldomero Espartero cuando estaba destinado en Pamplona, después de ser puesto en libertad tras su encarcelamiento en el Virreinato de Perú por los seguidores de Simón Bolívar, en la guerra de independencia de las colonias americanas. Contrajeron matrimonio el 13 de septiembre de 1827.

A pesar de su diferencia de edad, siempre ejerció una notable influencia sobre su esposo, de tal forma que este no tomaba una decisión importante sin consultarla con ella, como así lo atestiguan las doscientas cuarenta y dos cartas recopiladas por el Conde de Romanones en su libro Espartero, el General del pueblo. El proyecto de Valdelana en honor a la Duquesa de la Victoria se convierte en 5 vinos, cada uno de ellos con una rosa abierta en la etiqueta que encierra cinco sorpresas diferentes, una por cada variedad de vino.

La experiencia realizada con el laboratorio alemán ha tenido varios pasos, empezando por la selección del aroma primario y principal que desprende el vino según se descorcha y posteriormente el logro de pigmentar una etiqueta aromática. De esta forma, si se frota la rosa de cada etiqueta se descubre el aroma principal que cada vino desprende según se abre la botella, es decir, 5 rosas, 5 aromas, 5 vinos diferentes y únicos.

Cada uno de los dos proyectos se desarrollaba independientemente, pero, sin saberlo, ambos tenían un objetivo común: perseguir el disfrute y alegría de toda la gente en estos tiempos difíciles. Cuenta la historia de este maridaje, que se produjo un encuentro casual de ambas partes donde no hablaron de sus proyectos. De repente, durante la conversación informal se preguntaron sobre lo que habían echado más de menos durante el confinamiento. La bodega contestó que los abrazos y el Jardinero de los Quesos respondió que los besos. De ahí pasaron a comentar los proyectos de ambos y Flores de Queso se quedó pensando en el vino y las flores aromáticas en las etiquetas del vino, y la Bodega pensando en el queso en forma de flor. Se plantearon que un abrazo entre ambos proyectos era la clave y como consecuencia una Flor de Queso para cada vino según el aroma principal y color de la rosa.

Por lo tanto, el Jardinero de los Quesos, con sus cinco variedades de cucuruchos de galleta y colores, seleccionó uno para cada vino. A partir de ahí, seleccionó una Flor de Queso de oveja, de cabra y de vaca diferentes para cada vino donde, con las distintas emulsiones dulces y gotas de coupage de Aove con esencias naturales han creado el mejor abrazo posible entre cada vino y queso.

El experimento sorprendió a quienes tuvieron ocasión de catarlo y fue cuando medio en broma y medio en serio la familia Valdelana y Santiago Mohedano recordaron el tópico dicho de “vino y queso... saben a beso”. Tomaron conciencia que habían conseguido generar lo que en la primera conversación ambos echaban tanto de menos durante este año: los abrazos y los besos, con lo que ha nacido entre ambos una colaboración que se extenderá en el tiempo a base de vinos y queso.

Bodegas Valdelana. Duquesa de la Victoria es un proyecto novedoso y único en el mundo del vino de Bodegas Valdelana, de Elciego, desarrollado durante tres años junto a un laboratorio de Nuremberg en Alemania.

Flores de Queso. Flores de Queso es un proyecto en apoyo al mundo del queso artesano nacional que nace poco antes del confinamiento, cuando al conocido Jardinero de los Quesos, Santiago Mohedano, se le ocurre disfrutar del Queso de una manera diferente.

Colaboración. Este proyecto conjunto - 5 vinos, cada uno de ellos con una rosa abierta en la etiqueta que encierra cinco sorpresas diferentes, una por cada variedad de vino- es un homenaje a la mujer valiente y luchadora, pilar fundamental de todas las explotaciones agrícolas.

Ayudas. Ante la grave crisis que atraviesa el sector vitivinícola riojano, la COAG estima en al menos 40 millones de euros la cantidad que debería destinarse esta campaña a la vendimia en verde para disminuir las existencias de vino hasta que se recupere el mercado. El año pasado fue la primera ocasión en la que se habilitaron ayudas para la vendimia en verde. Este año de nuevo se plantea la posibilidad de retraer fondos del Plan de Apoyo al Sector Vitivinícola (PASVE) para ayudar al sector ante la grave crisis que ha venido derivada de las restricciones por la pandemia del covid-19.