El Casino del parque Lamuza de Llodio albergó ayer el inicio de un novedoso curso de formación, que persigue mejorar la preparación de la plantilla de la Policía Municipal a la hora de afrontar delitos de odio contra el colectivo LGTBI. Se trata de uno de los objetivos marcados por el Área de Seguridad Ciudadana para la presente legislatura y la formación está corriendo a cargo de la asociación Gaylespol que, desde 2006, trabaja en todo el Estado español dando visibilidad a la realidad LGTBI dentro de los propios cuerpos policiales y promoviendo la formación interna y continuada en temas de delitos de odio y no discriminación.

La finalidad de esta formación es proporcionar recursos, habilidades, destrezas, herramientas e información para la realización de las formaciones de los crímenes de odio contra las personas LGBTI. Se basa en normas del Consejo de Europa, sobre todo en el Convenio Europeo de Derechos Humanos y la jurisprudencia pertinente del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, así como otras normas internacionales de derechos humanos y los materiales de formación ya existentes para las fuerzas del orden. Asimismo, se basa en un enfoque de Derechos Humanos. Sobre todo, la víctima y la comunidad se centraron en el reconocimiento de que su confianza en la aplicación de la ley y la cooperación es clave para el éxito de las investigaciones de estos crímenes.

Para llegar a toda la plantilla policial, incluyendo responsables del Área de Desarrollo Social, se han organizado dos sesiones formativas, dirigidas a grupos reducidos, que se desarrollarán a lo largo de dos semanas en el mismo inmueble. En la sesión de ayer martes también estuvieron presentes el alcalde, Ander Añibarro, y la concejala de los servicios de Mujer, Igualdad y Bienestar Social, Loli Muriel.

No en vano, la policía está en la primera línea del sistema de justicia y el primer punto de contacto para muchas víctimas de delitos de odio. Sin las habilidades esenciales para identificar e investigar los delitos de odio contra las personas LGBTI, "la policía no puede garantizar la justicia y la protección de las víctimas, ganar la confianza de las comunidades o de contribuir a la aplicación justa y transparente de las leyes de crímenes de odio nacional", argumentaron. De este modo, en el Consejo de Europa se ha trabajado durante mucho tiempo para dar a conocer la violencia selectiva incluyendo ataques racistas, religiosos, de género, etc.